Si aún no tienes una rutina de skincare establecida no te preocupes, solo ten en cuenta que lo primero y más importante es poder identificar tu tipo de piel para encontrar productos que no la dañen y que por el contrario, la beneficien y enriquezcan con vitaminas y minerales. Además considera que la aplicación de los productos siempre va de las texturas más ligeras a las más pesadas para que todas puedan absorberse de la mejor manera.
1. Limpieza
Aunque generalmente es el paso que más flojera nos da, la limpieza es la base de cualquier rutina, y la verdad es que si nuestra piel no está completamente limpia, no va a absorber los ingredientes de la manera correcta. Partiendo de esto, debes de aplicar un tónico que prepare tu piel para el suero que aplicarás después. Toma en cuenta que un limpiador para piel seca no funciona para alguien con piel grasa y viceversa, pero por eso es importante conocerte y a partir de ahí encontrar lo que necesitas.
2. Hidratación
Ya sea con una crema o suero, no olvides dar un shot de hidratación a la piel, incluso si ésta es grasa. El sérum es el que hace la magia, es el producto que va a nutrir tu piel, mantenerla fresca, renovarla y fortalecerla, por eso debes elegirlo cuidadosamente según los efectos que buscas en tu piel. ¿Uno de nuestros favoritos? Precious Immortelle de L'Occitane, se trata de un sérum que potencializa la capacidad de renovarse y luchar contra los agresores diarios para así darle una apariencia más jóven.