Por muchos años, los países tropicales han cosechado coco, y una gran cantidad de personas dependen de éste para su sustento. ¿El motivo? Todas las partes de la palma de coco tienen un alto valor, tanto nutricional como económico.
No tenemos duda, el aceite de coco es un gran aliado para hidratar la piel de tu cuerpo, pues además de nutrirla con vitaminas le da un brillo sin igual, el cual complementa perfecto un buen bronceado si vienes regresando de la playa; pero es igual de bueno para evitar la resequedad de la piel en temporada de frío. Y como ya estamos en una transición de época y poco a poco empezamos a desempolvar los suéteres, entonces es momento de que vayas teniéndolo en el radar.
En muchas ocasiones se le ha catalogado al aceite de coco como un ingrediente comedogénico que puede tapar los poros, sin embargo, se ha demostrado que esto es un mito urbano y en realidad, como tiene ácido láurico, es antimicrobiano y ayuda a eliminar las bacterias que causan el acné.
Incluso, sus propiedades hidratantes ayudan a disminuir arrugas y efectos del envejecimiento. Aunque claro, es importante mencionar que no se trata de "embarrarte" tal cual el aceite en la cara, sino de encontrar los productos adecuados que contengan este ingrediente y que hayan pasado por un laboratorio que te asegure que lo que estás aplicando en la piel es bueno para ésta.