El blush líquido es otro de los productos que promete convertirse en uno de nuestros favoritos. La fórmula es muy pigmentada, por lo que se deben trabajar en la piel rápidamente, ya sea con las yemas de los dedos, o con una beauty sponge, viene en tonalidades desde las más sutiles hasta las más encendidas y lo mejor es que están disponibles en diferentes terminados que van desde un mate hasta uno más luminoso. Nuestros tonos predilectos son Joy Dew, un terracota con ese flush perfecto y Bliss, un nude pálido para un maquillaje más cargado en los ojos.
Finalmente tenemos la base líquida que lleva en el nombre la palabra en inglés weightless, que apunta a una textura que no se siente en la piel pero sin comprometer la cobertura. Está disponible en 48 tonos, así que seguramente encontrarás el match perfecto, aunque deberás apurarte porque varias tonalidades ya están agotadas en Sephora. Al aplicarse se siente como un suero hidratante, además de dejar un acabado natural, cubriendo lo necesario sin sofocar el rostro.