¡Brochas!
Aquí llegamos al paso más importante, ¿el motivo? Las brochas de maquillaje están en contacto directo con nuestra piel y el no limpiarlas mínimo una vez al mes podría ser súper contraproducente, ya que estaríamos embarrando, literalmente, todas las bacterias y suciedad acumulada en las cerdas, además también estaríamos contaminando nuestro maquillaje.
¿Qué necesitas para limpiarlas?
- Un vaso de cristal
- jabón especial para lavar brochas o jabón en barra (lirio o zote)
- Un guante de plástico para cosas calientes con textura en las palma
Pon dos dedos de agua en el vaso y coloca las brochas para que se remojen un poco. Después pasa una por una por el jabón (como si lo estuvieras pintando), con la brocha haz movimientos circulares en la textura de los guantes o puedes hacerlo también en la palma de tus manos. Enjuaga directamente en el chorro de agua siempre con esta de forma horizontal, así evitarás que se moje la parte de la unión de las cerdas. Repite las veces que sean necesarias hasta asegurarte de que no salga ningún rastro de maquillaje o producto en el agua.
Ya que estén completamente limpias, coloca las brochas en una superficie, solo asegúrate de que las fibras queden volando para que puedan secarse al cien por ciento. Recuerda que ¡no! puedes utilizar ninguna herramienta de calor para acelerar el secado pues las podrías arruinar. Ten paciencia.