1. Spa en casa
Muchas veces no tenemos el tiempo suficiente para aplicar mascarillas, ya sea en cara o pelo, así que este es el momento perfecto para hacerlo. Aprovecha para consentirte y darle un shot de hidratación al órgano más grande de tu cuerpo. La mejor parte es que no necesitas salir de casa pues puedes elaborar tus propias mascarillas caseras.
2. Cambia tu rutina de skincare
Saca todos tus productos de cuidado de la piel y analiza qué utilizas y qué ya no. Recuerda que estos también tienen caducidad así que si la consistencia u olor ha cambiado entonces deshazte de ellos. Después divídelos por texturas, es decir, de las más acuosas a las más pesadas (por ejemplo un mist o tónico serían texturas ligeras, siguen los sueros o productos en gel y por último cremas más pesadas). El siguiente paso será establecer una rutina de día y otra de noche, pues el que no salgas de casa no significa que debes olvidarte de cuidar la piel, al contrario, justo ahora podrás consentirla más que nunca; aprovecha para no maquillarte y darle un respiro y no te olvides del protector solar pues aunque estemos bajo techo los rayos del sol también entran por las ventanas y, ahora más que nunca, estarás en contacto directo con la luz del celular, computadora y focos, mejor conocida como luz azul .
3. Ordena tu maquillaje
Si hace años no limpias tu kit de makeup, entonces hoy es el día. Limpia los empaques con una toalla húmeda, separa los productos por piel (primer, correctores, bases y productos en crema como blush), ojos (sombras, delineadores, mascara de pestañas, etc.), polvo (blush, bronzer y polvo traslúcido) y por último lipsticks. Después guarda por secciones, ya sea en cajones o en bolsas y si te quieres poner creativa puedes etiquetar cada apartado. Si no tienes demasiados productos o espacio simplemente acomódalos muy bien en tu cosmetiquera.
Al igual que los productos de skincare el maquillaje se echa a perder, así que también revista color, textura y aroma, si ves algo diferentes entonces ya no sirven.
4. Lava tus brochas
¿Cuándo fue la última vez que limpiaste estas herramientas? Si tu respuesta fue un "no me acuerdo" significa que ¡ya! es momento, pues toma en cuenta que las brochas están en contacto directo con nuestra piel y si están sucias puede ser un gran foco de infección.
Si no tienes un limpiador especial no te preocupes, puedes utilizar un jabón en barra e incluso shampoo. Cuando lo hagas asegúrate de que el agua no entre por en medio de las cerdas y déjalas secar naturalmente pues, si usas herramientas de calor como la secadora, puedes arruinarlas.