Si eres una beauty junkie seguramente sabes que el primer es un elemento que nunca puede faltar a la hora de preparar la piel. ¿El motivo? Te ayuda a crear una especie de barrera entre tu piel y el mundo exterior, logrando así que el maquillaje no se absorba antes de tiempo, además es perfecto para mejorar la textura y disimular la apariencia de los poros.
¿La mejor parte? Si no vas a maquillarte, es una excelente forma de lograr que el órgano más grande de tu cuerpo se vea perfecto sin la necesidad de aplicar una base.