Si todavía no estás convencida de hacer un cambio total en tu rutina alimenticia entonces es momento de analizar tu estado de ánimo. ¿Sientes que llevas un gran periodo de tiempo con cambios de humor y poca energía y no encuentras la razón? Si tu respuesta fue afirmativa entonces muy probablemente la solución esté en la comida. Christina afirma que el consumo de azúcares añadidas en exceso puede causar desbalances hormonales, los cuales suelen traducirse en ansiedad, fatiga y depresión; además dice que nuestra relación con la comida tiene múltiples facetas de manera emocional ya que no solo afecta fisiológicamente: “Por eso mi enfoque nutricional contempla al individuo de manera integral para descubrir las causas de sus malestares y así poder atacar el problema desde raíz”.
Para la experta en Nutrición Celular Activa, interiorizar nuestros malestares es muy común como seres humanos, tanto que se vuelven para de nuestra personalidad. Por ejemplo, muchas veces el sentirse inflamados o con problemas digestivos después de comer es súper normal y lo único a lo que recurres es a los antiácidos, sin pensar que no está bien y que en realidad debes de tratar dichos síntomas desde la raíz para realmente tener una buena digestión. Para lograrlo es importante descubrir qué alimentos o combinaciones te caen mal y obviamente ¡evitarlos! ¿El resultado? Una vida sin malestares que es como debería de ser. “No se trata de tomar suplementos impagables, pasar seis horas en el gimnasio o consumir solamente productos cultivados en hidroponía, sino alimentarnos de comida real, eliminar procesados y azúcares para ir modificando poco a poco nuestro entorno”, concluye.
Una vez que hayas decidido hacer este cambio, recuerda que la constancia es la clave de todo y sí, probablemente mantener un estilo de vida saludable sea algo difícil al principio, sin embargo el propósito es que después de un periodo de tiempo se convierta en un hábito.