Elimina el frizz y pelo rebelde con esta técnica y producto
La razón principal por la que se esponja el pelo es porque le hace falta hidratación, aunque también la humedad en el ambiente es un gran factor que empeora el problema. Te compartimos algunos tips para solucionarlo y el producto que necesitas para olvidarte de la melena de león.
1. Busca un shampoo sin sulfatos y parabemos
En cambio, opta por uno con glicerina, –extra tip, entre más arriba esté el ingrediente dentro de la lista, más concentrado está– ya que ayuda a combatir lo esponjado penetrando el pelo e hidratándolo de adentro hacia afuera.
2. No te saltes el acondicionador
Muchos creen que es la razón principal de la caída, pero es todo lo contrario. Un día a la semana, intenta no lavarlo con shampoo y mejor usar acondicionador únicamente de medios a puntas. Después enjuágalo para que limpie (no a profundidad) sin maltratarlo ni llevarse los aceites naturales que producimos y son buenos.
3. Usa un tratamiento hidratante
Hacer uno al menos una vez a la semana, especialmente en los meses más fríos y cuando hay mucho viento, te ayudará a humectar. Busca un producto que dé brillo y reparación, ya que es ideal si tu melena está maltratada por el uso de herramientas de calor, con procesos de coloración o ambos, proporcionando una reparación profunda, y suavidad extrema en un solo uso y de acción instantánea.
Prueba el Color Therapy Luster Lock de Joico el cuál está compuesto de aceites de Argán y Mongongo Africano – que conserva la vitalidad y el brillo, aumentando la hidratación e impidiendo la decoloración y el daño mientras que el complejo de Queratina, que es idéntico al que producimos, crea una protección ligera y duradera alrededor de la estructura capilar, que repara y evita daños futuros.
4. Déjalo secar al natural
O si te desesperas y no tienes tiempo, al menos espérate un 70% a que se seque con el aire y el resto hazlo con la secadora, de lo contrario piensa que el calor a diario solo arruinará el aspecto de tu cabellera. Sigue este tip al pie de la letra –y más si eres lacia u ondulada– y notarás un cambio sorprendente.