Michelle Salas cuenta cómo fue su viaje a Francia de la mano de Chanel
Después de varias horas de vuelo llegamos finalmente a Saint Paul de Vence, un pueblo mágico cerca de Niza en donde nos hospedaríamos y daríamos inicio a una experiencia verdaderamente única de la mano de CHANEL.
La idea de esta visita era poder conocer los campos de flores de CHANEL con el fin de descubrir antes que nadie la nueva creación de Olivier Polge, el nuevo No. 5 L'eau.
A la mañana siguiente de que llegamos, nos dirigimos a Grasse. El santuario por excelencia de la alta perfumería. No es coincidencia que la Rosa Centifolia (mejor conocida como Rosa de Mayo) sea cultivada precisamente aquí. Esta delicada y aromática flor es una de las materias primas del perfume con más historia del mundo, CHANEL No. 5.
En estos campos viví una de las experiencias más increíbles ya que pude tocar, oler y hasta sumergirme en los alambiques en los que procesan hasta 250 kilos de rosas para conseguir el extracto con el que se hace la fragancia. Aprendí también que una sola botella de 30ml de CHANEL No. 5 necesita hasta 1,000 flores de jazmín y 15 flores de mayo. ¿Increíble no?
A la llegada a los campos un miembro de la familia Mul, propietaria de los campos y la fábrica, nos explicó detalladamente el proceso para obtener el concentrado más puro. Después de seleccionar y recoger a mano cada una de las rosas, son transportadas a la fábrica para comenzar el proceso de extracción el cual dura entre tres o cuatro días.
La forma correcta de cortarlas es con un movimiento preciso pero lento y delicado, sintiendo primero la parte de abajo de la flor para después jalar sutilmente el cáliz con el dedo pulgar y el índice y obtener la flor completa con todos los pétalos.
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Platicando durante el recorrido con Olivier Polge, nariz de la casa y creador de esta nueva fragancia, me contó que CHANEL No. 5 es el perfume más icónico de la Maison y cada vez que lo olemos nos transporta inmediatamente a un momento que nos hace recordar algo especial. Por ejemplo, a mí me recuerda cuando tenía cinco años y sabía perfectamente que mi bisabuela había llegado a mi casa, solo por el simple hecho de oler su perfume.
El nuevo No. 5 L'eau es una creación que me atrapó desde la primera vez que olí. Es una manera chic, fresca, joven y ligera de reinventar este inolvidable clásico para las nuevas generaciones.
Para terminar el día de la mejor manera, comimos en la terraza de La Bastide en medio de los campos de rosas, muy al estilo Provenzal para después dar un paseo en bicicleta y jugar petanca mientras el sol se metía entre las colinas. Por la noche tuvimos una cena de gala en el maravilloso Chateau Diter acompañados por todo el equipo de CHANEL en dónde brindamos por el principio de este nuevo clásico.
Sin duda una experiencia única e irrepetible.