Arquiste: un viaje en el tiempo con el perfumista Carlos Huber
¿Alguna vez te has preguntado a qué olería la historia? Carlos Huber es un arquitecto mexicano apasionado de la historia y amante de la perfumería, que encontró la manera de transformar un aroma en momentos históricos. Nació en la Ciudad de México donde estudió la carrera de Arquitectura para después graduarse con honores de la Universidad de Columbia de la maestría de Restauración y Preservación Histórica. También estudió en París y vivió en España donde despertó su impecable gusto por los aromas, los olores y las fragancias. Después de trabajar para Polo Ralph Lauren, donde diseñó espacios comerciales con referencias históricas, descubrió el mundo de la moda y los artículos de lujo. Además, estudió con el conocido perfumista Rodrigo Flores-Roux para así unir sus tres pasiones: la arquitectura, la historia y la perfumería.
Ayer por la noche, Carlos Huber presentó su colección de fragancias Arquiste en el Palacio de Hierro Polanco. Arquiste es una colección estudiada y sofisticada que analiza la relación de las personas con el pasado. Arquiste nos transporta a grandes momentos de la historia, mientras que también ve hacia el futuro. Es, sin duda alguna, la reestructura de ingredientes convertidas en una cápsula del tiempo.
La colección de Arquiste nos transporta a cualquier parte del mundo en cualquier año. Boutonniere no. 7, por ejemplo, es una fragancia floral verde inspirada en el vestíbulo de la Opèra-Comique de París en 1899. La fragancia de Carlos, que hizo en colaboración con Rodrigo Flores-Roux, nos transporta al intermedio de la Opera donde las mujeres son atraídas por los aromas de bergamotas y lavandas que usan los hombres. Es una fragancia con notas de lavanda francesa, bergamota, mandarina italiana, duo de gardenia jasminoides y gardenia citriodora, absoluto de ginesta, vetiver y musgo de robles. Por otro lado, Infanta en Flor, una fragancia almizclada ambarina nos regresa en el tiempo a la Isla de los Faisanes, País Vasco, entre España y Francia en 1660. Otra favorita es Anima Dulcis, una fragancia que recuerda a la Ciudad de México en 1695 con aromas de especies exóticas, infusiones de chile, vainilla y canela.
No hay duda de que Carlos Huber se ha convertido en más que un arquitecto. Podríamos decir que crea espacios dentro de aromas, memorias a través del tiempo. Es un perfumista que rápidamente se convierte en uno de los mejores y, sin duda, el más reconocido de México. Arquiste es un viaje al pasado que sólo podría ser creación de Carlos Huber.