Y es que de acuerdo con la información compartida por la Secretaría de Turismo de ese estado, gracias a este festival se genera una ocupación hotelera del 100% y una derrama económica que alcanza los 735.5 millones de pesos. En esta edición, como siempre, el éxito fue posible gracias al respaldo de las cámaras hoteleras, restauranteras y de proveedoras de servicios turísticos, que han reconocido el alto nivel de respuesta del turismo tanto local como internacional.
Esta coordinación de esfuerzos generó un ambiente increíble, que no solo atrajo a visitantes de toda la República Mexicana, sino también de 14 países diferentes. Desde Colombia y Cuba, referentes mundiales de la salsa, hasta Costa Rica, Estados Unidos, Canadá, España, Francia, Marruecos, Perú, Puerto Rico, Venezuela, Argentina, Guatemala y El Salvador, una oportunidad única para los amantes de la salsa.
Por supuesto, la presencia mexicana aportó más alegría al encuentro en el que participaron los 32 estados de la República. Cifras de los organizadores indicaron que en la edición de este año se registró que 44.99% de los asistentes provinieron de Veracruz, seguido por 14.09% de la Ciudad de México; 9.76% del Estado de México; 8.13% de Puebla; 3.79% de Hidalgo, 1.63% de Jalisco y 17.61% de otros estados. Como se puede ver, el festival es una verdadera representación de la diversidad cultural de México.