Este evento no solo es un hito para el mundo del tenis, sino también para la reconstrucción y revitalización de Acapulco, que nos ha regalado incontables historias y recuerdos imborrables.
La decisión de mantener el torneo en Acapulco va más allá del deporte blanco, es una muestra del claro compromiso que tiene Mextenis con la comunidad y la economía local.
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Impulsar el tenis en esta región, trae consigo cientos de efectos positivos para el turismo, transporte, gastronomía, hotelería y más. Además, se crea una oportunidad invaluable de empleo, contribuyendo al renacimiento económico de la región.
Álvaro Falla, director del torneo, expresó su reconocimiento a los guerrerenses, al público, a los patrocinadores y a la ATP. Este reconocimiento subraya la importancia de la colaboración y el respaldo continuo que ha hecho posible la realización de la trigésima primera edición del torneo.
También agradeció a los estados y recintos que ofrecieron su apoyo y posibilidad de celebrar el torneo en otras ubicaciones, pues dice que este gesto solidario fue vital para mantener viva la esperanza y finalmente permitir que Acapulco sea, una vez más, el epicentro de este increíble evento.
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Más allá de ser un torneo de tenis, esta celebración es un símbolo de unidad y renovación. En un mundo que enfrenta desafíos, Acapulco es el calor ejemplo de que la resiliencia y el espíritu de comunidad son capaces de superar cualquier adversidad. Este Abierto Mexicano Telcel no solo celebra el deporte, sino que también la determinación de ver al Bello Puerto brillar de nuevo.