Las lluvias apagan ‘Burning Man’ y convierten Black Rock City en un lodazal

Miles de personas recibieron la orden de refugiarse en el campamento donde se realiza el festival Burning Man, en Nevada, después de que las torrenciales lluvias que cayeron en Black Rock City convirtieran el lugar en un charco de lodo en el desierto y obligaran a los organizadores a cerrar las puertas del evento.

"¡No viajen a Black Rock City!", fue el mensaje que tuitearon los organizadores de Burning Man para que quienes se dirigían a la zona de Nevada donde se desarrolla este encuentro año con año, la primera semana de septiembre, desistieran de sus intentos, debido a las malas condiciones climáticas que reinan en el lugar, este 2 de septiembre.

"El acceso a la ciudad está cerrado durante el resto del evento y no se les permitirá la entrada", continuó el mensaje con el que se avisó a los asistentes al festival Burning Man que, debido a las lluvias, la ciudad de Black Rock se convirtió en un lodazal y no existían las condiciones para realizar el evento como se tenía previsto.

Los organizadores instaron a los asistentes al festival que ya se encuentran en el lugar, en el desierto de Nevada, a "conservar alimentos, agua y combustible, y refugiarse en un espacio cálido y seguro".

¿Qué es el festival Burning Man?

Cada año, miles de personas se congregan en la “ciudad” improvisada de Black Rock, en el desierto de Nevada, para participar en el festival el Burning Man, uno de los eventos más icónicos y visibles de la cultura estadounidense.

Este evento, que combina arte, música, expresión individual y comunidad, ha evolucionado desde sus inicios en 1986, en la costa de San Francisco, hasta convertirse en un fenómeno cultural global, al que asisten personas de distintos rincones del mundo (el año pasado Aislinn y Vadhir Derbez estuvieron presentes en la celebración).

El desierto de Nevada, con su clima extremo y terreno inhóspito, ofrece el escenario perfecto para Burning Man, brindándole un aspecto de película postapocalíptica y de ciencia ficción, durante una semana en la que los participantes buscan enarbolar valores como la autosuficiencia, la creatividad y la participación activa.

Los asistentes deben traer todo lo necesario para su supervivencia en el desierto, desde comida y agua hasta refugio. La ciudad se organiza en torno a una estructura circular con “calles” que parten desde el centro y donde se ubica una escultura en forma de hombre que es quemada en una espectacular ceremonia al término del festival.