Olena Zelenska está cumpliendo a cabalidad con su labor como primera dama de Ucrania.(Instagram/Olena Zelenska)
Eduardo Gutiérrez Segura y Frankie Taggart
Guionista de profesión, la primera dama de Ucrania, Olena Zelenska, pasó de los bastidores al centro de la escena política desde la invasión rusa, haciendo oír su voz para abogar en favor de su pueblo.
A diferencia de Volodimir Zelenski, uno de los actores más conocidos del país antes de su elección a la presidencia en 2019, su esposa, de 44 años, se mostró poco dispuesta a ocupar posiciones públicas.
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Al comienzo de la ofensiva rusa, pasó varias semanas escondida, moviéndose de un refugio a otro mientras las tropas de Moscú se acercaban a Kiev. Esta rubia esbelta, de pelo largo y estilo reservado, sorprendió a nivel internacional al dirigirse esta semana al Congreso de Estados Unidos para pedir un mayor apoyo occidental a Ucrania.
"Ayúdenos a poner fin a este terror contra los ucranianos", pidió a los representantes estadounidenses mostrándoles en persona imágenes de niños lastimados, cuatro meses después de la intervención por videoconferencia de su marido.
Olena Zelenska se convirtió en la cara pública de Ucrania.(Instagram/Olena Zelenska)
Zelenska subrayó ser la primera esposa de un líder extranjero en dirigirse al Congreso, lo que le valió una ovación. Sin embargo, el arte de la diplomacia no le es natural. "Siempre fui una personalidad no pública y no me gusta la atención extra que se me presta", comentó a la revista francesa Elle unos meses antes de la invasión.
"En dos años y medio como primera dama, muchas cosas cambiaron para mí. Soy consciente de que el destino me brinda una oportunidad única de comunicarme con la gente", añadió. Recientemente engalanó la portada de Vogue y compartió el drama que vive su pueblo y que ella también experimenta.
"Estos han sido los meses más horribles de mi vida, y de la vida de todos los ucranianos. Francamente, no creo que nadie sea consciente de cómo lo hemos manejado emocionalmente", comentó Olena, asistida por un traductor —reveló la entrevistadora, Rachel Donadio—. El lugar en el que encuentra esperanza es en la respuesta de sus compatriotas a la invasión.
"Anhelamos la victoria. No tenemos ninguna duda de que venceremos. Y esto es lo que nos hace seguir adelante", aseguró convencida. Zelenska, quien según la tradición eslava adoptó el apellido de su esposo con remate femenino, está en el spotlight, se convirtió ya en el rostro de su nación y de las mujeres, madres, que piden empatía y el respeto a su humanidad al mundo.
Licenciada en Arquitectura, Olena Kiachko —su apellido de soltera— creció en Kryvy Rig, en el centro de Ucrania, de donde también proviene su marido. La pareja se conoció cuando tenían 17 años y su amistad se convirtió en romance cuando comenzaron su carreras en la industria del entretenimiento, él como comediante y ella escribiendo sus chistes.
Se casaron en 2003, antes de mudarse a Kiev, donde dio a luz a Oleksandra, ahora de 17 años, y a su hermano menor Kyrylo, de 9. Desconocida para el público en el momento de la elección de su marido en 2019, Olenaaseguró en entrevistas que su esposo no le comunicó cuando decidió presentarse a la presidencia.
Olena Zelenska prefería estar alejada de la escena pública.(Instagram/Olena Zelenska)
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Se enteró como todos los demás en las redes sociales, y le resultaba difícil apoyarlo en los eventos oficiales al comienzo de su mandato. "Me gusta estar entre bastidores: se me daba bien. Pasar al primer plano me resultó bastante difícil", le explicó a Vogue.
No como Obama, más Middleton
"Es una persona de deber", compartió a AFPAnna Chapliguina, especialista en etiquetas. "No como Michelle Obama", muy cómoda en el centro de atención, sino más bien como "Kate Middleton en sus inicios" en la familia real, comparó. "Nunca soñó ni aspiró a convertirse en primera dama. Se encontró allí por casualidad, y en medio de una crisis planetaria", resumió.
El 23 de febrero, la víspera de la invasión, Zelenska nunca imaginó que no volvería a dormir al lado de su marido durante meses. Volodimir Zelenski estaba decidido a no huir de las fuerzas rusas; su esposa se escondió con los niños, suspendiendo sus campañas en favor de la mejora de las comidas escolares y la promoción de la lengua y la cultura ucranianas en el extranjero.
"No voy a entrar en pánico y llorar. Estoy tranquila y tengo confianza", aseguró a sus compatriotas en un mensaje publicado en Facebook ese día. En las semanas siguientes, la familia sólo pudo ver a Volodimir en sus apariciones en las redes sociales y en los medios de comunicación.
Olena Zelenska se reunió con Nancy Pelosi en EE.UU.(Instagram/Olena Zelenska)
El regreso de Olena a la escena tuvo lugar en un encuentro con la primera dama estadounidense Jill Biden en el oeste de Ucrania el 8 de mayo. Desde entonces, la ucraniana cumple tanto con su agenda de contactos con las esposas de los dirigentes como con sus discursos y entrevistas.
En Estados Unidos, conmovió a los legisladores con imágenes de Liza Dmitrieva, una niña que había conocido y que murió en un ataque ruso la semana pasada en Vinnytsia, en el centro de Ucrania. Ante un grupo de legisladores de ambos partidos dejó claro que les hablaba como madre y como hija, no sólo como primera dama.
"Estoy pidiendo algo que nunca habría querido pedir: pido armas, no armas que se vayan a utilizar para librar una guerra en tierra ajena, sino para proteger el propio hogar y el derecho a despertarse vivo en ese hogar", expresó Zelenska.
Tras convivir con Olena, Donadio consideró que a la primera dama de Ucrania "le toca hacer un trabajo que nunca pidió y lo está haciendo bien". Y le confesó que sueña con el día que su familia y la de todos sus compatriotas puedan pronto volverse a sentar a cenar en la misma mesa.