Jared Kushner, yerno del expresidente estadounidense Donald Trump, recibió tratamiento para un cáncer de tiroides mientras trabajaba como asesor en la Casa Blanca, según informó el diario The New York Times.
Kushner planea publicar el mes que viene un libro de memorias sobre su paso por la Administración Trump en el que revela que mantuvo en secreto su diagnóstico y posterior cirugía para extirpar el tumor, de acuerdo con un extracto al que accedió el periódico estadounidense.
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El marido de Ivanka Trump, la hija mayor del ex presidente, fue una pieza clave durante el mandato de su suegro y estuvo involucrado en el proceso de paz en Oriente Medio y las negociaciones comerciales con México y China, entre otras cosas.
Kushner revela en su libro que recibió el diagnóstico en octubre de 2019 y que el cáncer estaba en una etapa temprana y requería la eliminación de una parte importante de la glándula tiroidea, algo que sólo contó a cuatro personas de su círculo más cercano.
El exasesor quiso mantener fuera del foco su problema de salud y dijo que no se lo contó a Trump, si bien este conoció la información por otra vía debido a su cargo y le llamó el día antes de la cirugía al Despacho Oval para darle ánimos, publicó el diario.
La mano derecha de Donald
Jared se convirtió en el principal interlocutor de nuestro país, fue el artífice del acercamiento a Lejano Oriente y fue el encargado del proceso de paz en Oriente Medio. El yerno de Donald se convertió en el guardián de su política exterior, una ambiciosa misión que generó el caos en la diplomacia de EE.UU.
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Durante la administración Trump, en la Casa Blanca la relación personal con Donald contaba más que la experiencia en el Gobierno, y el entonces joven Kushner se volvió la mano derecha del presidente, con una amplia cartera que fue desde la reorganización del Ejecutivo a la estrategia para frenar la crisis de adicción a los opiáceos.
Pero el marido de Ivanka, hoy de 41 años, debió además atender a dirigentes de todo el mundo que competían por su atención, conscientes de la influencia de Jared en el mandatario y del papel marginal que, hasta ahora, ha tenido el Departamento de Estado a la hora de formular la política exterior del nuevo Gobierno.