"Les voy a explicar a todos con mucho respeto. Yo solo, Édgar, sin contar las páginas de mi restaurante, mis redes juntas la superan 10 veces a las de la influencer y eso que no me dedico a vivir de las redes sociales.
"Yo no necesito a gente beneficiándose de decir que viene a comer mi comida y presumiendo un mundo de fantasía que no puede pagar y no es que esté mal, lo que está mal es hacerle creer a la gente que los siguen que sí", inició diciendo el chef y recalcó uno de los temas más controversiales y criticados de las redes sociales, en especial de Instagram, que es el pintar un mundo ideal construido mayormente en apariencias que ocultan la realidad.
"¿Qué invierten ellos? Generar contenido no es subir mi contenido, o sea, mis platillos. ¿Quién va a salir beneficiado de esto? ¿Por qué yo querría salir en el feed de una persona que no se dedica a la gastronomía y que solo sube fotos en traje de baño, que no es especialista en gastronomía?
"Además de no tomarse el tiempo de investigar si ella / él son el target del lugar al que le ofrecen esos servicios. Perdón pero a mí si me ofende que quieran abusar de mi trabajo y del del staff que nos partimos el lomo todo el día para que salga todo perfecto y venga alguien a querer aprovechar, sentarse, comer y tomar lo mejor a cambio de una puta foto en un Instagram que tiene muchísimos menos seguidores que yo", se quejó.