La clavadista mexicana Paola Espinosa, quien fue campeona centroamericana, panamericana, mundial y medallista olímpica, anunció oficialmente su retiro como deportista profesional este lunes 9 de mayo en conferencia de prensa vía Zoom.
Con 35 años de edad y 28 de carrera en las albercas, Paola pone fin a una trayectoria que le valió ser reconocida como una de las deportistas mexicanas más grandes de la historia.
“Quiero anunciarles que, de manera oficial, digo adiós a los trampolines, a las plataformas. A 28 años de trayectoria, con muchas altas y bajas, de mucha felicidad y muchos momentos increíbles que pasé dentro de la alberca, en donde en cualquier competencia en la que yo me paré, tuve una medalla, logré un objetivo en mi vida”, dijo en una videoconferencia Paola Espinosa para dar por terminada su carrera como clavadista profesional.
Visiblemente emocionada, Paola aprovechó la ocasión para reconocer y agradecer a toda la gente que estuvo involucrada en su camino deportivo y, por cuyo trabajo en equipo, ella logró conquistar las metas que se propuso siendo aún una niña y que hoy deja como legado para futuras generaciones de deportistas en el país.
“Estoy muy orgullosa de mí, de todo el camino que recorrí, de toda esa historia que yo solita escribí. Me siento muy orgullosa de que, en algún momento de mi vida cuando era pequeña, agarré un cuaderno, ver las hojas y decir: ‘Yo voy a escribir mi historia, a mí nadie me va a decir cómo es que le tengo que hacer. Más bien yo voy a trabajar, me voy a esforzar y voy a lograr mis objetivos’”, recordó la dos veces medallista olímpica.
Originaria de Baja California Sur, Paola Espinosa recordó de forma especial a su primera entrenadora, Regina Lowry, y al último, Iván Bautista, con quienes encontró su rumbo, encontró y redescubrió su potencial como clavadista y quienes, infundieron en ella la energía que la hará, de ahora en adelante, una activista y promotora del deporte y de las actividades físicas como herramientas para combatir la obesidad, el bullying y la violencia de género.
Paola Espinosa dejó entrever que su hija Ivana García Espinosa, a quien tuvo con el también clavadista, Iván García, podría ser parte desde ya de la siguiente generación de clavadistas mexicanas que irán tras los podios en distintas competencias como ella misma.
Y es que la activista y empresaria recordó un episodio familiar protagonizado por su pequeña hija y su entrenador, a quien le agradeció por su profesionalismo y por mostrarle siempre su lado humano y forma parte de su vida.
“Yo nunca voy a olvidar cómo llegó Ivana a esa alberca y ella dice: ‘Yo quiero entrenar con el profe Iván’, ¡igualita que yo! Entonces, claro que me emociona porque también eres parte de mi vida”, destacó.
Asimismo, Paola Espinosa agradeció a su familia. A su hermana, a su papá, quien falleció, y especialmente a su mamá, ya que aseguró que lo que comenzó como un sueño personal se convirtió con el paso del tiempo, y de los triunfos, en un sueño familiar que se construyó con base en trabajo y esfuerzo.
De su futuro profesional, Paola Espinosa aseguró que el deporte la preparó para enfrentar los retos de la vida.
“El deporte me enseñó tanto, que estoy segura que para la vida esto me va a servir para ser cada día mejor, para seguir siendo terca y querer ser la mejor en cualquier cosa que yo quiera vivir”, afirmó.
Al hacer un balance entre logros y sacrificios, entre el trabajo y las polémicas -que también estuvieron presentes-, al decir adiós al deporte que la llevó a recorrer el mundo y en el que conquistó distintas victorias, es evidente que Paola Espinosa le dice adiós con satisfacción.
“Agradezco haber vivido mi vida así, porque creo que hoy me siento una mujer exitosa. No nada más por las medallas que logré, sino porque me siento bien en todos los sentidos de mi vida. Me siento contenta, me siento feliz”, externó.
