El deportista balcánico, que no está vacunado contra la covid-19 y por ello vulnera las leyes de entrada implementadas por el país austral contra la pandemia, tiene previsto salir de Australia a las 22.30 hora local en un vuelo de la areolínea Emirates con destino a Dubai, según los medios locales.
Djokovic, que quería conquistar su décimo título en el Abierto de Australia y convertirse en el tenista más galardonado del mundo con 21 Grand Slams, además corre el riesgo de que se le prohíba la entrada al país durante tres años.
Al conocer el fallo, el número uno del mundo expresó, a través de un comunicado, estar "profundamente decepcionado" por la cancelación de su visado y pidió un tiempo para "descansar y recuperarse" antes de hacer nuevos comentarios, aunque dijo que respecta" la decisión de la justicia australiana.
El serbio tenía previsto debutar este lunes en la pista central Rod Laver Arena, escenario que le vio coronar el "major aussie" hasta en nueve ocasiones, frente a su compatriota Miomir Kecmanovic, pero tras la decisión judicial la organización del evento tendrá que sustituir al actual tenista número uno de la ATP.
SACRIFICIO DE LOS AUSTRALIANOS
La llegada la semana pasada de Djokovic a Melbourne, con una exención médica por no estar vacunado, generó una ola de indignación y puso en el centro del debate la vacunación contra la covid-19 en el país oceánico, justo en el momento en que estallaba una crisis por un incremento astronómico de los contagios.
El primer ministro australiano, Scott Morrison, recalcó este domingo al celebrar la decisión judicial que la cancelación del visado "se adoptó por motivos de salud, seguridad y mantenimiento del orden, sobre la base de que era de interés público".