Hablamos con Lorena Bobbit, sobreviviente de violencia que se reinventó
En el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, charlamos con la activista, víctima de maltrato, que cortó el miembro viril de su esposo en un momento de desesperación.
El nombre de Lorena Bobbitt se convirtió en uno muy recurrente en los titulares de los medios de comunicación del mundo entero cuando, después de años de abuso por parte de su esposo John Wayne, le cortó el pene con un cuchillo en junio de 1993. Ahora, 27 años después de aquella terrible noche, comparte su historia con Quién.
La charla remota con Lorena Gallo (el apellido Bobbit lo obtuvo por su matrimonio) se da en el marco del estreno en el canal de televisión de paga Lifetime, en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, de la película que hace un recuento del caso: Yo soy Lorena Bobbit, a las 22:00 horas.
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Entender el calvario de una joven de 19 años ecuatoriana, que emigró de su país y a su llegada en Estados Unidos conoció a John, un hombre que la enamoró, pero que después de un tiempo se transformó en su verdugo, sólo puede hacerse al escuchar a Lorena, quien logró sobrevivir, reinventarse y hoy apoyar a otras mujeres que sufren maltrato.
Mi historia es muy importante porque es la de una voz fuerte. Quería básicamente romper el silencio en cuanto a la violencia doméstica que sufrimos las latinas. Como mujer es muy importante para mí tener esa voz fuerte para continuar el movimiento #MeToo porque es algo que ha afectado al mundo
Lorena Gallo, activista
La activista urge a las autoridades a poner en acción sistemas para evitar que las mujeres lleguen a la violencia extrema a la que ella tuvo que recurrir para salir del circulo vicioso a la que John la sometió con vejaciones y humillaciones, y que hoy se ve exacerbado en otros casos en el mundo, tras el encierro necesario por la pandemia del coronavirus.
"Especialmente con el Covid-19, la violencia doméstica es más predominante. Porque hay personas que han perdido sus trabajos y hay mucho estrés, la persona que está abusando de su víctima, ahora es mucho más fácil por esta terrible situación. La violencia doméstica es una epidemia social.
"Es mucho peor que una epidemia de salud como el coronavirus, y es muy importante tener una voz y contar esta historia", abundó Gallo, quien fue sometida a un proceso legal en 1994, en el que incluso la apodaron La Castradora de Virginia por la falta de empatía y entendimiento del fenómeno de violencia de género en el siglo pasado.
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El retrato que Lifetime hace de la situación que enfrentó Lorena es contado no sólo con la aprobación de ella, sino con su participación, ya que funge como productora ejecutiva y narradora; su voz en los momentos más dolorosos dota a la cinta de una conexión muy especial y genera reacciones en el espectador.
"Para mí era importante contar mi historia porque quiero quitar ese tabú que hay sobre la violencia doméstica, que no solamente les pasa más a las mujeres, también hay hombres, niñas y niños que sufren de ese maltrato y para mí es importante no sólo hacer comentarios, sino una película de este caso.
"Quería ser bien transparente con el público y ofrecerles mi historia de esa manera (…) Ver a la actriz que me interpretó fue algo muy conmovedor, llegar a esos momentos oscuros de mi vida. Pero mentalmente estaba ya más preparada para seguir adelante con mi misión", abundó Gallo.
El propósito de Lorena es que "mi historia les llegué como conexión a otras mujeres que sufren de maltrato y abuso sexual", asegura. La sobreviviente creó a partir de esta dura vivencia su fundación con la que busca "expandir información a nivel escolar y comunitario.
"Colaboró con comunidades y ayudó a sobrevivientes para que escapen de ese abuso (…) Han pasado casi tres décadas (desde el incidente) y mucho se ha hecho por ayudar, pero todavía falta mucho más, hay mucho trabajo que hacer en el mundo para cerrar esas situaciones", finalizó Gallo que espera poder crear un albergue para sobrevivientes.