Keith Raniere, líder de la secta sexual NXIVM, es condenado a 120 años de cárcel

El empresario de 60 años, experto en grupos multinivel desde los años 90, se presentó este martes en la Corte Federal de Brooklyn, donde el juez Nicholas Garaufis le dio a conocer su sentencia.

El juicio

En junio de 2019, Keith Raniere fue declarado culpable de siete delitos: trabajos forzosos, fraude electrónico, posesión de pornografía infantil, abuso sexual a una menor, crimen organizado y robo de identidad.

Casi un año después, en marzo de 2020, su equipo de abogados pidió que se repetiera el juicio, pues, aseguraron, se habían presentado algunos falsos testimonios, en específico, los de la mexicana “Daniela” y el otra mujer llamada “Nicole”.

En un principio, y bajo juramento, las dos mujeres negaron que estuvieran planeando presentar una demanda civil contra el fundador de NXIVM y otras personas, entre ellas las mexicanas Rosa Laura Junco de la Vega y Mónica Durán, y la doctora Danielle Roberts, encargada de marcar con un cautín a las “esclavas” del supuesto gurú. Sin embargo, siete meses después, sí lo demandaron por la vía civil, acción que para los abogados de Raniere no fue otra cosa más que perjurio.

En seis ocasiones y debido a varios motivos se pospuso su sentencia y su defensa intentó de varias formas evitar que recibiera alguna condena. En todos los casos, la Corte rechazó sus peticiones.

Soy inocente

Keith Raniere concedió una entrevista a NBC Nightly News with Lester Holt, transmitida en EU el viernes 23 de octubre, en la que aseguró que es inocente.

“Soy inocente. La gente puede odiarme y pensar que soy un tipo de personaje odioso, ya sabes, horrible en realidad. Pero tanto el diablo como un santo deberían poder recibir exactamente el mismo trato bajo nuestro sistema de justicia”.

A lo que se refirió Raniere en esta entrevista es a lo mismo que ha alegado en sus intentos por evitar que se le dictara sentencia: su juicio fue poco ético, según él.

Además, el empresario dijo que su juicio estuvo influenciado "por la presión que la prensa y la opinión pública generaron (y) quiero decir en este caso particular, (que) es una injusticia muy grave.

“(Tengo) una responsabilidad por aprovechar el foco de atención que tiene para intentar poner luz a las áreas de oportunidad que presenta el sistema de justicia, que inclusive en casos de pena de muerte, en la que se debe revisar con mucho detenimiento el caso ya que termina en la ejecución de una persona y en esos casos hay errores en uno de cada nueve, en un juicio con tanta presión social en un momento histórico en el que aparecieron casos como Weinstein y el movimiento #MeToo, cuanta posibilidad de error u omisiones pueden haber".

Keith Raniere dijo que estaba "arrepentido y dolido" por su participación en una organización que ha estado operando desde finales de la década de 1990.

"Pido disculpas por mi participación en todo esto, este dolor y sufrimiento. Claramente he participado. He sido el líder de la comunidad. Y ha llegado a esto. Incluso si es por opresión, lo siento mucho y me duele. Esta es una situación horrible”, reconoció durante la entrevista.