Con esta ilustración se anunció en Instagram el premio a Emmanuelle Charpentier y a Jennifer Doudna.(Instagram/Nobel Prize)
Eduardo Gutiérrez Segura, EFE y AFP
La presencia de las mujeres como ganadoras del premio Nobel inició en dos años más tarde de su creación (1901); fue en 1903 cuando Marie Curie pronunció su discurso de agradecimiento. A partir de ese momento y hasta 2019, 53 mujeres se han alzado en alguna de las categorías premiadas.
Este año el palmarés de ciencias estuvo dominado por mujeres, gracias a la labor de la francesa Emmanuelle Charpentier y la estadounidense Jennifer Doudna, que lograron el Nobel de Química hoy y ayer la estadounidense Andrea Ghez recibió el de Física. El feminismo de nuestra era hace aún más visible este avance a lograr una paridad de género dentro de los galardones.
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Charpentier y Doudna fueron premiadas este miércoles por la Real Academia de las Ciencias sueca con el Nobel de Química por el desarrollo de un método para la edición genética que permite "reescribir" el código de la vida y con múltiples aplicaciones, desde la medicina a la agricultura.
El descubrimiento de las tijeras genéticas CRISPR-Cas9 ha permitido a los investigadores cambiar el ADN de animales, plantas y microorganismos "con gran precisión", ha contribuido al desarrollo de nuevas terapias y abierto la posibilidad de curar en el futuro enfermedades hereditarias, además de introducir mejoras en el cultivo de plantas.
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La herramienta descubierta por Charpentier y Doudna se inspira en los estudios sobre el sistema inmunológico de las bacterias y cómo estas se defienden de los virus del investigador español Francis Mojica, quien sentó las bases de la técnica CRISPR (repeticiones palindrómicas cortas agrupadas y regularmente interespaciadas).
La colaboración entre las dos científicas surgió en la primavera de 2011 durante un congreso en San Juan, Puerto Rico, al que ambas habían sido invitadas y se concretó tras un encuentro casual en un café y un paseo por la zona vieja de la capital puertorriqueña, según explica la Real Academia de las Ciencias.
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Juntas fueron capaces de recrear las tijeras genéticas del Streptococcus pyogenes y simplificar sus componentes moleculares para facilitar su uso, luego las reprogramaron para controlarlas y poder cortar cualquier molécula de ADN en un lugar predeterminado, "reescribiendo" así el código de la vida en un "trascendental" descubrimiento publicado en 2012.
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Por su parte, Andrea Ghez, doctora por el Instituto de Tecnología de California (Caltech), se suma a la historia al ser la cuarta mujer que, en 220 ediciones del galardón, se lo lleva por su trabajo en el campo de la Física. El premio lo comparte con Reinhard Genzel por su investigación del agujero supermasivo del centro de nuestra galaxia.
"Espero poder inspirar a otras jóvenes en este campo. Es un ámbito muy placentero si te apasiona la ciencia: aquí hay mucho que hacer (…) Es muy importante convencer a la generación más joven de que su capacidad de cuestionar y pensar es crucial para el futuro del mundo", dijo Andrea minutos después de recibir la llamada que le informó que era acreedora del galardón.
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Ghez nació en Nueva York, el 16 de junio de 1965, y ha liderado durante casi 30 años un equipo de astrónomos que han cartografiado con precisión el centro de la Vía Láctea, que había sido indescifrable durante mucho tiempo; la conclusión: un agujero negro supermasivo domina el centro estelar, lo que hace girar a las estrellas de forma vertiginosa.
Este año, aún con varios premios por entregar, está por verse si se superará al histórico 2009, en el que cinco mujeres se alzaron con el galardón: Elizabeth Helen Blackburn (Fisiología y Medicina), Carol Greider (Fisiología y Medicina), Ada Yonath (Química), Herta Müller (Literatura) y Elinor Ostrom (Economía).
Las mujeres y el Nobel
Por categorías, el Nobel de la Paz es el que ha sido más generoso hasta la fecha con las mujeres: un 15.9 por ciento de los galardonados son mujeres, seguido del de Literatura, con 12.9 por ciento. En cambio, en Física sólo hay 1.9 por ciento de mujeres, 3.8 por ciento en el de Química, en Medicina son 5.4 por ciento y en Economía un 2.4 por ciento.
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Aunque Suecia y Noruega (que entrega el Nobel de la Paz) están orgullosos de su reputación como defensores de la igualdad de género, en los comités de los Nobel, las mujeres representan solo una cuarta parte de los miembros. Este año en Estocolmo solo hay hombres al frente de los comités.
Y los comités de Economía (dos mujeres de 11 miembros), de Química (tres de 10), de Medicina (cuatro de 18), y de Física (una de siete) están lejos de la paridad. El de Literatura (dos de siete) no escapa a la norma. Para Eva Olsson, la única mujer del comité de Física, la explicación es sobre todo matemática, debido a las pocas mujeres en su disciplina.
La presencia de las mujeres como ganadoras del premio Nobel inició en dos años más tarde de su creación (1901), con Marie Curie en 1903.(Hulton Archive/Getty Images)
En los comités, la proporción de mujeres ha aumentado en los últimos años. "Está claro que la situación mejora progresivamente pero lentamente", reconoce Göran K. Hansson, secretario general de la Real Academia de Ciencias.
En Estocolmo, los comités proceden principalmente de su institución de referencia: la Academia Sueca de Literatura, la Asamblea Nobel del Instituto Karolinska de Estocolmo para Medicina y la Real Academia de Ciencias para Física, Química y Economía. Para el premio de la Paz, el Parlamento noruego designa a los cinco miembros del comité.
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Éste se ocupa de examinar a los candidatos y de elegir a los ganadores. Es la excepción en cuanto a paridad de género: en las últimas décadas las mujeres han dominado, a veces con cuatro de los cinco puestos. Este año, sin embargo, solo hay dos mujeres, pero una es la presidenta del comité.
