El 5 de septiembre, cuando comenzó el incendio, cerca de 200 personas tuvieron que ser rescatas en helicópteros de la zona; trascendió que dos de ellas estaban lesionadas de gravedad a causa del fuego.
Esta no es la primera vez que una imprudencia genera un incendio, en el 2017 otra fiesta de revelación de sexo en Arizona explotó e inició un incendio que consumió 47 mil acres de terreno y causó 8 millones de dólares en pérdidas. El responsable del fuego fue un agente de la Patrulla Fronteriza, quien se declaró culpable y tuvo que pagar los daños.
"Otro factor que es importante a considerar, es que en California existe un clima mediterráneo que crea condiciones ideales para los incendios, y que en los últimos años se han agravado por el cambio climático", expresó LeRoy Westerling, de la Universidad de California de Merced; desde hace algunos meses los incendios se han encrudecido y han dejado a la deriva a miles de familias.
Al respecto Jenna Karvunidis, creadora de este tipo de fiestas en 2008, manifestó su descontento en redes sociales: “Dejen de celebrar estas fiestas. Por el amor de Dios, no quemen cosas para contarle al mundo sobre el pene de su hijo. A nadie le importa. Solo a ustedes”.
En 2009 una fiesta para conocer el sexo del bebé en Iowa terminó con la muerte de una invitada. Los organizadores hicieron una caja que explotaría con polvo de color azul/rosa, pero sin querer crearon una bomba casera que provocó la muerte de la abuela del bebé.
Pamela Kreimeyer, mujer de 56 años, murió cuando un pedazo de metal impactó en su cráneo tras la explosión.
“Esta familia se reunió para lo que pensaban sería un evento feliz, sin la intención de que nadie saliera lastimado. Lo que pasó fue que Pamela Kreimeyer, esposa, mamá y abuela, murió debido a un pedazo de metal proveniente de una estructura de metal, pólvora y polvo de color. Este es un recordatorio para cualquiera que mezcle estos elementos: hay una alta posibilidad de serios daños o muerte”, dijo el policía Jason Sandholdt.