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¿Por qué vale la pena permitir que tu hija se equivoque?

Cometer errores, y resolverlos, es uno de los más grandes forjadores de carácter para las personas.
mié 27 marzo 2019 06:08 AM
Madre e hija
A pesar de que tú la ves perfecta, tu hija va a equivocarse.

Nuestro instinto paternal es proteger a nuestros hijos, ya sea de romperse un brazo o de romperse el corazón. Hay que mantener la calma. Cometer errores, y resolverlos, es uno de los más grandes forjadores de carácter para las personas.

“Aprender a controlar el enojo y la frustración son bloques esenciales para desarrollar capacidad de enfrentar la vida”, afirma John Buckner, psicólogo de Harvard. El estrés, la frustración, la realidad de que no todo sale como uno espera, la enfermedad, los corazones rotos y las equivocaciones profesionales son parte de la vida. Y casi nunca son las situaciones en sí las que causan problemas emocionales, si no la forma en que reaccionamos ante ellas.

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¿Cómo ayudarle a tu hija a aprender de sus errores?

La adolescencia es clave en el proceso de formar la personalidad. Es cuando las niñas entienden quién son para ellas mismas y quién son para las demás personas, y muchas veces hay confusión. Los primeros maestros para tener actitudes de crecimiento y mejora después de equivocarse son, lo sabes, los padres.

Desde que era pequeña, tu hija te ha estado observando. Ha visto si explotas cuando no tomas la salida correcta del Periférico y te atascas en el tráfico. Ha notado si pides perdón cuando te equivocas y si tratas de reparar cualquier daño que has hecho. Ese es su parámetro.

Cada error, cada decepción es una oportunidad de enseñarle a tu hija que tiene la fuerza y la capacidad para manejarlo. En proyecto tümu, la plataforma para desarrollar las fortalezas de las niñas de 10 a 16 años, proponemos las siguientes herramientas para resolver problemas y seguir adelante.

  1. Da el ejemplo. Permite que te vea triste, sin dejar de tener optimismo por el futuro o por la solución de un problema. Deja que te vea ser vulnerable, que te escuche decir me equivoqué, podría haber hecho esto de otra forma. Si te equivocaste con ella, discúlpate. Platícalo.
  2. No ignores un problema. Si sabes que va a reprobar porque la ves viendo YouTube todas las tardes, no esperes a la boleta. Platícalo antes. Es como un semáforo, si está en amarillo, es momento de ponerse alerta y frenar.
  3. No intervengas demasiado pronto tampoco. Las mamás hipereficientes, que viven en constante cita con la dirección, que revisan todos los días las tareas transmiten un mensaje equivocado a sus hijas adolescentes: el de no creo que tú seas capaz y yo tengo que intervenir para protegerte. Analiza si vives con miedo y si tu deseo es evitarle el sufrimiento a tu hija, esta actitud puede aumentar su probabilidad de sufrir ansiedad cuando sea mayor.
  4. Ayúdala a ver diferentes perspectivas. No dejes que se clave con una sola versión de una situación. Platiquen sobre cómo lo podrían vivir diferentes personas, qué otros puntos de vista hay. Las personas que entienden que nada tiene una sola historia, pueden dialogar mejor con los demás y son menos intransigentes.
  5. No le digas que la vida es injusta. Recuerda que está formando ahora las creencias que la van a acompañar toda su vida y muchas veces, lo que pensamos es lo que experimentamos en nuestra realidad. No dejes que un solo evento describa cómo es la vida, reconoce que hay situaciones injustas, pero separa esto de una visión de la vida o el mundo.

Platica mucho, vean películas y conozcan personas que tengan historias de logro, de trabajo y esfuerzo, de levantarse y superar obstáculos. Por eso, en Día tümu podrán escuchar de primera mano la forma en que muchas mujeres admirables han superado sus fracasos, aprendido de ellos y ahora viven la vida de sus sueños. Puedes ver más información y comprar tus boletos en www.tumu.mx y síguenos en Instagram @tumugirl.

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