¿Qué pasó y por qué fue tan polémico el último partido de Serena Williams?

El segundo fin de semana de septiembre fue toda una experiencia para Serena Williams. La tenista estadounidense perdió la final del US Open contra la japonesa Naomi Osaka . Las derrotas, como en cualquier deporte, forman parte de la competencia, pero ninguna caída de la menor de las Williams había sido tan sonada como ésta, ya que protagonizó un enfrascamiento con el juez del partido.

Serena , quien regresó a las canchas en diciembre del 2017, después de convertirse en mamá, recibió tres advertencias durante el encuentro ante Osaka, todas ellas en el en el segundo set: la primera llegó por recibir instrucciones de su entrenador, la segunda por romper una raqueta y la tercera por llamar al árbitro "mentiroso" y "ladrón".

Esa tercera advertencia le supuso a la ganadora de 23 Grand Slams perder un game y encaminar a la japonesa a su primer campeonato de esta magnitud. Williams expresó más tarde, en conferencia de prensa, que el juez de silla (Carlos Ramos) tomó una decisión "sexista", ya que en otras ocasiones los jugadores masculinos no han recibido castigos por actos idénticos; la actual número 16 del mundo fue multada con 17 mil dólares por sus acciones.

La verdadera discusión comenzó cuando Serena Williams vinculó la discriminación de género con el encuentro, cuyo resultado pocos habían entendido como una consecuencia de las decisiones del juez.

“Estoy aquí, luchando por los derechos de las mujeres y por la igualdad de las mujeres y ese tipo de cosas. Y cuando le grité ladrón y me quitó un game, me hizo sentir que la discusión toma ese rumbo, sexista. Él nunca le ha quitado un game a un hombre por decirle comentarios como ese”, dijo Serena Williams en la conferencia posterior a la final.

Y hay que decirlo, quizá el insulto y la violencia con la que Williams rompió su raqueta pudieron ameritar las advertencias, pero el "coaching", la primera señalización que Serena recibió por parte del juez, es una práctica sumamente común en el tenis profesional. Si un tenista dice que jamás ha recibido indicaciones de su entrenador durante un partido, está mintiendo.

Williams, quien ha sufrido racismo y discriminación de género durante toda su carrera, decidió expresarse en este sentido después de perder uno de los peores partidos de su carrera. Mientras tenistas e instituciones, como la Women's Tennis Association (WTA), defendieron su postura y remarcaron el sexismo en el mundo deportivo, hubo quienes le dieron la razón al juez.

La WTA considera que existe un doble criterio a la hora de arbitrar a hombres y mujeres: "Este incidente también trajo a la primera plana la cuestión sobre si se aplican diferentes estándares entre hombres y mujeres a la hora de arbitrar partidos. La WTA cree que no debería haber diferencias en los estándares de tolerancia a la hora de que los hombres y las mujeres expresen sus emociones y estamos comprometidos en trabajar con el deporte para asegurar que todos los jugadores son tratados igual. No creemos que eso ocurriera la pasada noche", explicó el organismo femenino en un comunicado.

Por su parte, la La Federación Internacional de Tenis defendió la decisión del juez, ademas de remarcar que las sanciones en contra de Serena estuvieron siempre respaldadas en los reglamentos actuales.

"Carlos Ramos es uno de los árbitros más respetados y experimentados del circuito", esclareció la l a Federación Internacional de Tenis en un comunicado. "Sus decisiones fueron tomadas según el reglamento y ratificadas por la decisión de la dirección del torneo al multar a Serena Williams por estos tres avisos... Es comprensible que este incidente lamentable haya dado lugar a un debate, pero al mismo tiempo es importante recordar que el señor Ramos actuó en el respeto de las reglas, dando prueba de profesionalismo y honestidad".

Con información de AFP.