El polémico regreso de Toño Esquinca a la radio
A dos meses de las polémicas declaraciones que hizo durante la trasmisión del programa “Toño Esquinca y la muchedumbre” en la estación 91.3 FM y tras un mes de suspensión por violar el código de ética de Grupo Radiocentro, el locutor de radio Antonio Esquinca volvió al aire este lunes.
“Hoy empiezo de cero, desde el corazón, como alguien que se derrumbó pero que no está derrotado y sí consciente, arrepentido y triste de lo que hizo. Pero con una fe y esperanza aún mayores, sobre todo con un espíritu lleno de compromiso inagotable”, declaró el locutor al inicio de su programa.
Toño aprovechó los micrófonos para disculparse con su familia, auditorio y México. “Les pido perdón con todo mi ser. Por todas las calumnias, las falsas noticias, las burlas, los ataques de los que fui objeto mientras estuve internado e incomunicado 50 días y que ustedes sufrieron y tuvieron que aguantar.
“Perdónenme por todas las flechas hirientes de aquéllos que trataron de hacer leña del árbol caído y por todos los ataques de aquéllos que se aprovecharon del grave error que cometí. Perdónenme todos mis seguidores y público maravilloso y benditamente fiel por todo lo que tuvieron que aguantar, por lo que tal vez llegaron a dudar y gracias infinitas por creer y por recordar y nunca olvidar lo poco o mucho, bueno o maravilloso que alguna vez vivimos o lo que les pude compartir”, expresó durante su espacio, Toño Esquinca y la muchedumbre.
"Gracias a todos ustedes por haber sido mas inteligentes, por no haber tenido corta memoria y por creer en lo que somos, a ustedes que nunca me olvidaron, a los que siempre se mantuvieron también a los y las que no les agrado. Quizá nunca les agrade. A ustedes les digo en verdad que no ha sido nada fácil. Que para muchos tal vez merezco un castigo peor; sin embargo, siempre he sido honesto y así seguiré. Como les dije, hoy empiezo de cero. Hoy estoy consciente de que todo lo que hice y pude lograr en 23 años, porque nadie me ha regalado nada, ya no existe. Eso por supuesto me inunda el corazón de tristeza, pero ilumina mi ser de ilusión, de alegría por recomenzar, de fe y sobre todo de humildad”.
Esquinca dejó claro que su rehabilitación no terminó los 50 días en los que estuvo en una clínica. “Más bien apenas comenzó y será ardua pues ustedes serán los que me perciban y yo lucharé día a día por recuperarlos, por mi vida, por mi ser y para ustedes. Desde cero comienzo y alguna vez ya estuve en esta posición y por eso mi renovación y rehabilitación tiene que ser constante y con la ayuda de Dios sé que llegaré si así ustedes me lo permiten”.
Durante el discurso de vuelta al trabajo, Toño también se disculpó con el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, y reiteró que sus padres le inculcaron el respeto a la autoridad, sobre todo al presidente.
“Estuve incomunicado 50 días, y ahora me doy cuenta de su gran visión para con las necesidades de nuestra nación. Por eso como usted lo dijo en alguna ocasión, es de sabios cambiar de opinión. Gracias por su mensaje y actitud de reconciliación, de paz, de tolerancia y de visión hacia el cambio que necesitamos los mexicanos.
“Humildemente le ofrezco mi persona a usted y a mi país, y les ofrezco lo que alguna vez Winston Churchill, el líder que más he admirado y que espero usted algún día llegue a superar, ofreció y hoy le ofrezco, lo único que puedo dar como ciudadano es sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor. Sangre para trabajar desde mi trinchera para trabajar en pro de ese cambio que usted liderará; esfuerzo para dar ese extra que siempre hace la diferencia. Lágrimas ofrezco para ser empático con aquellos que más lo necesitan y sudor, para que nuestro espíritu no flaqueé y lleguemos a la meta que estoy seguro, es la misma que usted, yo y todos los mexicanos buscamos”.
“Por ustedes y por todas las personas que amo y me aman, no me voy del país. Amo a mi país y no es una cuestión de cobardía o incongruencia, sino de valentía y valor. Me quedo en mi país porque quiero sumar, quiero ser de utilidad, hacer en vez de criticar y juzgar.
“No puedo ni quiero irme de mi México. Les prometo que no les fallaré. Gracias por siempre estar. A Dios y a ustedes me debo. Gracias por escucharme y sean felices. Todos tenemos derecho a ser felices, porque caer está permitido, pero levantarse es obligatorio”.