Conozco a Regina desde hace unos 40 años, cuando iniciamos nuestra profunda amistad en el kínder del Colegio Vista Hermosa. En estas cuatro décadas hemos compartido muchos de los momentos más felices y significativos de nuestras vidas, así como dificultades, retos personales y alguno que otro trago amargo. Siempre he apreciado el espíritu imparable y positivo de Regina, quien contagia de alegría a todo su alrededor.
Una de sus principales características es su gran corazón, siempre haciendo un esfuerzo poco común por ayudar a quien se cruce en su camino y necesite una mano.
Desde niña, Regis ha sido una líder. Recuerdo que siempre quería organizar los más ambiciosos proyectos, siempre pensando en grande... como cuando contrató a Joan Mondellini, coreógrafa profesional de Broadway, para que nos montara un baile para el colegio.
Creo que gran parte del éxito personal y profesional de Regina está ligado a su gran simpatía, genuina, contagiosa y con la que conquista a la gente con su eterna sonrisa y buena vibra. Además de su gran empuje y energía, aunada al gusto innato por lo exquisito y su talento único para imaginar y crear.
Regina es una de esas mujeres que puede compaginar muchas facetas y ser extraordinaria en todas. Empresaria exitosa, madre cariñosa y ocupada, amiga incondicional, súper esposa, deportista dedicada y filántropa.
Su joyería está creada por artesanos mexicanos, por lo que aparte de ser un negocio rentable genera un valor social que va creciendo junto con su marca. A su taller de orfebres llegan personas que empiezan de cero y varios de ellos llegan a montar sus propios talleres.
¡Soy muy afortunada de tenerla como amiga!
Concha de Palacio Cusi, interiorista
Newsletter
