Conocí a Pati en 1994 tras dar una conferencia. Justo estaba en la búsqueda de un asistente de investigación, la programé entre los candidatos a ser entrevistados. Pati resultó la mejor.
No doy conferencias de cocina. Pati era estudiante de Ciencia Política en el ITAM. Fue una muy buena asistente, pero luego se casó y se fue a vivir a Dallas. Por correo me iba contando sus avances. Un día me dijo que lo dejaba todo por la cocina. Se volvió loca, pensé. Conociendo a Pati debería haberme imaginado otra cosa.
Vinculada a la embajada mexicana de Washington, comenzó su carrera de traductora culinaria-cultural de México en Estados Unidos. Cuando realmente me sorprendió, fue cuando me regaló su primer libro. Entonces supe cómo podía hacerse de la cocina una profesión.
Pati, nieta de inmigrantes judíos que llegaron a México en los años 20, es la chef mexicana más conocida en Estados Unidos. Muestra de que los miembros de las minorías no sólo se adaptan a sus nuevos países, sino que llegan a amarlos profundamente, y tienen la capacidad, desde allí, de tender puentes con otras culturas. Puentes de sabores, olores y colores, en este caso.
En Navidad mi esposa Daniela y yo tuvimos el gusto de pasar un par de días con ella y Dany, su marido, en Malinalco. Dos días donde disfrutamos del entusiasmo, energía, simpatía y sobre todo su pasión por la comida. Allí por primera vez probamos una de sus recetas: brisket de res con salsa de chile pasilla. Allí terminé de entenderlo todo.
Carlos Elizondo Mayer-Serra.
Profesor de la Escuela de Gobierno del Tec de Monterrey, campus Santa Fe.
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