Desde que conocí a Mer, hace 15 años, sabía que quería dedicarse a la cocina. No me sorprende para nada lo que ha logrado en Meroma ya que es una persona súper movida y que trabaja para lograr lo que se propone. Para mí ir a Meroma es como ir a casa de Mer y Rodney porque siempre vas a estar a gusto, comer rico y a probar algo nuevo.
Sus platillos están llenos de historias y ellos te pueden decir exactamente de dónde trajeron cada ingrediente y por qué lo pusieron en cada platillo. Se preocupan por la sustentabilidad de su proyecto y hacen un esfuerzo por trabajar con pequeños productores y fomentar su crecimiento.
Además de ser una gran chef, Mer es una gran amiga con quien siempre puedes contar. Creo que es un ejemplo a seguir para otras mujeres por su fuerza, determinación y pasión por todo lo que hace.
María Diego-Fernández, mejor amiga de Mer