Domitila Bedel

Cómo describir a mi mejor amiga, una mujer tan compleja, contradictoria, graciosa y amorosa. ¡Es del más allá!

La conocí en el lugar al que jamás ninguno de los dos iría por decisión propia, pero al que por circunstancias del destino llegamos. Morí de risa a los dos minutos de conocerla, cruzó todas las líneas del espacio mental-emocional y me enganchó.

Desde entonces hemos compartido muchas experiencias juntos y día a día hemos aprendido y evolucionado.

He sido testigo de verla crecer a pasos veloces, querer algo y conseguirlo con todo el conocimiento e instinto. Ella entiende y comprende al arte, artistas, coleccionistas y a la gente que va a beberse el mezcal cada opening de show.

Lo tiene claro, siempre lo tuvo; hay una visión y una sensibilidad que se percibe en cada show, la forma en que lo habla, a quién le habla y cómo lo habla.

Ha apoyado a grandes artistas y es muy gratificante ver cómo ella crece con ellos, y la gente lo ve y lo cree porque es real. No se puede ser más real que la surreal de Domitila. Una gran persona, una integridad con la que yo mismo me confronto, especialmente esa integridad que tiene para consigo misma.

Esta gran galerista es mamá, una gran mamá de dos hermosas niñas. Sus prioridades son claras y las lleva todas al lado de un gran esposo –Lalo–, quien también es de otro lugar.

Ella pelea conmigo, le conflictúa que yo la confronte y no le dé todo lo que ella quiere, cosa que al final de cada confrontación siempre consigue, aún no sé cómo.

Porque ella lo consigue, esa es Domitila.

Rafa Prieto, amigo y fundador de Savvy Studio