Como un trueno a la mitad de una tormenta. Así se presentó Regina Blandón en una sala de casting en la que estaba yo. Sin pretensión, con generosidad y mucho ensayo. También con mucha experiencia y, sin duda, con una potencia innegable, un talento desbordante y una pasión sin igual.
Era imposible no notarla, no escucharla. No solo era la mejor actriz para ese personaje, también era la que más lo quería hacer. A partir de ese momento no he podido quitarle los ojos de encima: quiero colaborar con ella y verla actuar más y más. Esta sencillísima historia se ha repetido muchísimas veces en la cabeza de directores, productores y creativos. La mejor decisión, siempre, se llama Regina Blandón.
Si nos atrevemos a afinar la mirada un poco y volteamos a ver su carrera nos asombrará su versatilidad. Dota de verdad absoluta a cada uno de sus personajes sin importar si es en series, teatro o cine, y todo con el sello de su carisma particular que los hace memorables.
Es una actriz fantástica. Pero vayamos más allá: es también una mujer valiente y tenaz que no teme alzar la voz, es una energía de apoyo constante a quien lo requiere. Regina es un ser humano extraordinario. Estemos seguros de que ese trueno seguirá resonando por mucho tiempo más, porque lo más sorprendente es que, en su carrera, lo mejor está por venir.
Fotografía: Olga Laris
Coordinación: Paulina Kohn y Mercedes Abascal
Maquillaje: Ivonne Robledo
Peinado: Albertto Campos
Diseño de set: Alonso Murillo + Séptimo Murillo