POM, como la conocemos en la Galería OMR, descubrió su gusto por las artes gracias a su padre, el doctor Fernando Ortiz Monasterio, quien le procuró cierta familiaridad con la escena artística de los años sesenta en México.
Su juventud se definió por estancias en Europa, estudios de museografía en el Centro de Capacitación Museográfica OEA-INAH en México y la Sorbona de París, y por sus primeras exposiciones para instituciones como la UNESCO.