“¿Tu hermana es Odette? ¡Qué envidia ser tú!” Así es, tengo la suerte de ser aprendiz de una mujer tan increíble y comer delicias más seguido de lo que debería. Han sido 24 años de observar su día a día, su forma de razonar y de disfrutar, pero, sobre todo, he podido vivir de la mano de Odi, de su éxito profesional.
Les voy a dar un dato curioso: ella es todóloga. Es capaz de tener un negocio y saber gozar de los instantes más pequeños. Eso sí, dentro del disfrute, la disciplina es una de sus características que predominan. Recuerdo cuando apenas empezaba, nos levantaba a mí y a mi mamá a la una de la mañana porque, según ella, tenía que perfeccionar. Nunca entendimos y seguiremos sin entender: a nosotras todo nos sabía inmejorable. Cuando crees que sus recetas ya están perfectas, ella encuentra la manera de llevarlas a otro nivel.
Morder un croissant o comerte una cucharada de pastel y experimentas una pausa. De repente, estás completamente feliz, te sientes entendido y todo es perfecto. Aunque reconoce que el mundo no es así, sabe muy bien que si te concentras en lo malo no llegas a ningún lado; por lo tanto, tiene siempre un corazón optimista. Estar junto a ella te hace sonreír y tomarte la vida más ligera. Es inevitable que se te contagie una actitud de gozo cuando ella está presente.
Fotografía: Olga Laris
Coordinación: Paulina Kohn y Mercedes Abascal
Maquillaje: Ivonne Robledo
Peinado: Albertto Campos
Diseño de set: Alonso Murillo + Séptimo Murillo