Hay muchas razones para amar a Claudia. Por ejemplo, siempre escribe sobre mujeres difíciles, de esas que mienten, no pueden expresar sus sentimientos, no se llevan bien con los otros y no pueden desentenderse de lo que les duele.
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El mejor tipo de mujeres. Además, si le dices: “Esa historia es muy complicada, no te van a dar dinero para hacerla”, Claudia va, pone su propio dinero, la hace, le queda increíble y agradeces que no te haya hecho caso.
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También podría dedicarse a contar muchas veces la misma historia y listo. Pero no, busca retratar cosas cada vez más complejas y más valientes. Y le podrían decir: “Claudia, hazte una comedia romántica de una chica que se tropieza y encuentra el amor con un galán de novela”, pero –para bien de todos– nunca hace caso.
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