¿Quién fue Gabriel García Márquez?
Leído por múltiples generaciones de jóvenes,adolescentes y adultos, García Márquez describía el vaivén de sus personajes entre la vida, la muerte y muchas veces entre un estado espiritual no humano sino mágico, que dio el toque característico a las creaciones literarias por las que se hizo acreedor al Premio Nobel de Literatura en 1982.
El reconocido escritor formó parte de la generación de mentes brillantes de la literatura latinoamericana que vieron florecer sus más famosas historias en la década de los 60 y 70. Contemporáneo desde su juventud de Mario Vargas Llosa, Carlos Fuentes y Julio Cortázar, hoy el mundo puede decir que se ha ido uno de los grandes.
Periodista de oficio más no de profesión, son innumerables las obras con las que enamoró no sólo a las audiencias del lugar donde nació, Colombia, sino que que su forma de escribir se internacionalizó junto con las obras de otros escritores del llamado Boom latinoamericano, tocando infinitos rincones del mundo literario.
Nació en Aracataca, Colombia en 1927 y ahí vivió 8 años hasta que se mudó a Barranquilla para estudiar. Su papá era telegrafista, por lo que su vena periodística lo acompañó desde pequeño, razón por la que no le fue necesario estudiar la profesión para convertirse en gran reportero, perodista y crítico de cine en su juventud.
“La hojarasca”, “Cien años de soledad (1967)”, “El Coronel no tiene quién le escriba”, “Crónica de una muerte anunciada”, “Memoria de mis putas tristes” y “Vivir para contarla”, son algunas obras emblemáticas de García Márquez.
Comprometido con el contexto, la política y relacionado con momentos revolucionarios de la historia así como con el desarrollo artístico y mágico de la literatura, el escritor se ganó el reconocimiento en todas partes del mundo en las que estuvo presente después de escribir “Cien años de soledad”, su más reconocida historia.
Con una imaginación que rompió las barreras de la escritura a nivel mundial, Gabo se ganó un lugar no sólo con importantes escritores, diplomáticos, academias y miembros de la realeza, sino en el corazón de todos aquellos quienes tuvieron la oportunidad de transportarse a “Macondo”, de todos aquellos que tienen y tuvieron la capacidad y fortuna de adentrarse en el mundo posible construido con el pasar de las páginas, de aquél que dijo alguna vez que “La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla”.
Descanse en paz, Gabriel García Márquez.