¿Qué hay detrás de las críticas de la prensa hacia William y Kate?

Después de que las redes sociales de Kensington Palace dieran a conocer el primer viaje de los duques de Cambridge con sus hijos a los Alpes franceses, un escándalo sobrevino a sus vidas debido al secretismo de sus vacaciones. Especialmente por no haber convocado a un grupo de fotógrafos y sólo invitar a uno para que los retratara de manera oficial.

Un artículo de E!Online explica que, mientras los medios internacionales y seguidores de los royals británicos estaban encantados con los dientecitos de la princesa Charlotte y la nariz roja de baby George, la prensa británica criticaba fuertemente al príncipe William por evadir sus deberes reales. Asimismo, asegura que un periódico británico se molestó tanto con el nieto de la reina Isabel II y su viaje familiar, que incluso lo cortó de una foto familiar que publicó recientemente.

Este trago amargo viene después de décadas de que la prensa sea amable con William y la familia real británica.

La publicación estadounidense explica que, desde la muerte de la princesa Diana en 1997, la royal family y los medios británicos llegaron a un acuerdo para darle a los príncipes William y Harry privacidad a cambio de sesiones fotográficas.

Todo parecía ir acorde al plan hasta que William se comprometió con Kate Midldeton. Aseguran en el artículo que ese romance cambió todo, pues la demanda por fotos de la pareja fue en aumento debido a que no era una relación convencional: un príncipe estaba enamorado de una plebeya. La historia de cuento de hadas se hizo todavía más famosa con el nacimiento de George y luego de Charlotte. El verano pasado, el palacio de Kensington realizó una solicitud pidiendo un poco de privacidad, con el argumento de que la urgencia de los medios para obtener una foto familiar estaba afectando su vida, principalmente la de sus pequeños hijos.

De acuerdo a E!, ahora no son los paparazzi los que le están dando un dolor de cabeza a William y a Kate, sino los comentaristas políticos que por cientos de años los han ayudado a aumentar su popularidad bajo la premisa de un modesto estilo de vida.

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Es sabido que William jamás ha sido fan de la prensa. Desde que era un niño, vio cómo la vida de su madre estuvo en escrutinio todo el tiempo. Ahora, tanto él como Kate son insultados. “Holgazán” y “ocioso” son algunos de los adjetivos que usan para describir al príncipe. Pero no sólo esto, sino que también la prensa británica se ha comenzado a cuestionar si Will en realidad quiere ser parte de la realeza, ya que se pasa la mayor parte del tiempo cazando y disfrutando de una vida campirana en Anmer Hall, en vez de vivir en el palacio de Kensington (el cual ha gastado millones de dólares de los impuestos del pueblo británico para hacerle renovaciones).

Toda esta rebeldía de los medios británicos, según el artículo del website, podría generar su exclusión en las coberturas de eventos reales oficiales.