¿Es el reinado de Felipe y Letizia un segundo aire para su matrimonio?

Pese a que el día de la proclamación de Felipe como rey de España todo parecía ser miel sobre hojuelas, vuelve a salir a la luz que la relación de los nuevos reyes de Asturias no es de lo más saludable. El diario “Reforma” recalcó que es el carácter de Letizia el que los ha llevado por un trago amargo los últimos años pero ahora por el nuevo cargo real que tienen podrían estar recuperando el tiempo perdido.

Fue en septiembre de 2013 cuando iniciaron los rumores de una posible separación de la pareja Real, y entonces se decía que pese a que Letizia y Felipe se notaban particularmente distanciados, su posición política ante la realeza española les impediría un divorcio y ahora con mayor razón.

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Precisamente se indica que el año pasado fue el más complicado para el matrimonio de 10 años, temporada en la que estuvieron más distanciados que nunca, y es que pocas veces se notaba entre ellos gestos de cariño y por su parte, la entonces princesa prefería salir más con sus amigos y cambiarse el perfil de persona común y corriente para asistir a bares y a conciertos, alejándose por completo del protocolo Real que tanto le ha afectado en su vida personal. Reportes de la prensa española aseguran que es el temperamento y forma de ser de Letizia el que vuelve complicada la convivencia, así como el incipiente trato que ella tiene con los miembros de la Casa de Asturias, con quienes se dice no se lleva nada bien, incluyendo al rey Juan Carlos y a sus cuñadas, las infantas Cristina y Elena.

Lo anterior podría desencadenar un problema serio, ya que ahora Felipe VI lleva la corona y Letizia es la nueva reina consorte de España, y si antes podía ser más sencillo escapar del rígido protocolo y responsabilidades mediáticas, actualmente y en el futuro la atención recaerá directamente sobre ellos.

Profundiza “Reforma” en que en los más recientes actos públicos de los reyes, ellos se han mostrado felices y particularmente juntos, por lo que también hay posibilidad de pensar que esto se trata de un nuevo aire para su matrimonio, cuidando también la fragilidad de la monarquía española, la cual se ha visto inmersa en una complicada crisis política.