El príncipe Enrique invitó a su novia a una hamburguesería
El príncipe Enrique y su novia Cressida Bonas fueron vistos el pasado lunes por la noche disfrutando de una hamburguesa en el restaurante Byron, situado cerca del palacio de Kensington.
Aunque se rumoreaba que la pareja -que mantiene una relación sentimental desde hace 19 meses- se había distanciado desde Año Nuevo, lo cierto es que se le vio en perfecta sintonía. Enrique y Cressida pasaron más de una hora en el restaurante -acompañados por dos hombres de seguridad- antes de irse en el coche del príncipe, que era conducido por una tercera persona.
Enrique, que continúa con la barba que dejó crecer durante su participación en una expedición benéfica a la Antártida pese al desagrado de su abuela, la reina Isabel II, vistió una camisa azul marino, botas y una gorra de béisbol que utilizó para ocultar su cara, mientras que Cressida, muy seguidora de las últimas tendencias, llevó su pelo recogido en trenzas y eligió un sombrero naranja, zapatillas de deporte de la colección Nike Air Max y una chaqueta negra para disfrutar de la cena.
Las hamburguesas que han conquistado el paladar del príncipe y su novia cuestan alrededor de 15 dólares con tocino, queso y aliño, y 5 dólares más con patatas fritas.
Notas relacionadas:
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cd