El príncipe Enrique `entrena´ para ser tío
Qué bueno que el príncipe Enrique no será quien tenga que cambiar los pañales de su futuro sobrino, pues hoy demostró que no es muy bueno limpiando a un bebé (de plástico). Resulta que el hijo menor de la princesa Diana acudió a una institución en Nottingham donde ayudan a personas que tienen daño cerebral, donde tuvo que pasar algunas pruebas, entre ellas, limpiar a un niño.
Con ese carisma que lo caracteriza, Enrique admitió que nunca había cambiado un pañal y eso se vio a los pocos minutos. Para empezar tomó al niño de plástico con una sola mano y lo cargó por el trasero, claramente eso en un bebé de verdad sería un pecado. Continuando con el ritual, el monarca de 28 años le quitó y puso el paño con su mano derecha, lo que provocó risas entre los asistentes.
Justificando su errores, el militante dijo: "al menos el bebé durmió todo el tiempo y ni lloró".
"Futuras mamás, no dejen a sus hijos cerca de mí. Y bueno, esto es lo que mi hermano hará próximamente", comentó entre risas Enrique.
Cambiar pañales no fue la única actividad que tuvo el Príncipe. Para entender mejor el problema de los daños cerebrales, le hicieron introducir su mano en una pecera llena de bolitas, las cuales representan la sensación y consistencia que tiene el cerebro cuando hay daño.
Por si fuera poco, Enrique se puso unos lentes con los que experimentó el no poder ver o no reconocer objetos.
Aunque la visita suene divertida, la realidad es que el futuro tío entendió por qué su mamá apoyaba Headway, por lo mismo, reveló una placa donde tenía escrito su nombre y arriba una foto de la princesa Diana de Gales.