Cómo fue el velatorio y el homenaje en Campo Marte
El 5 de noviembre, una vez que el Servicio Médico Forense (Semefo) identificó el cuerpo de Juan Camilo Mouriño Terrazo , éste fue trasladado a la funeraria Gayosso. Afortunadamente, Marigely no tuvo que presentarse en el Semefo: “Creo que me quisieron evitar esa pena por salud mental. En un accidente tan fuerte los cuerpos se lastiman mucho”. Prefirió no llevar a los niños al velatorio. Consideró que era demasiado para ellos. Fue ahí donde, luego de darle un sentido pésame y cálido abrazo, el Presidente le pidió que pusieran una bandera de México sobre el féretro. Calderón la amarró de un lado y Marigely del otro. En ese momento, los asistentes, de pie, comenzaron a aplaudir. “Entre tanto dolor, fue algo emotivo y hermoso.” Y fue entonces cuando el Primer Mandatario le comentó que habría un homenaje al día siguiente en el Campo Marte . Ella ya no quería estar en el reflector, tan sólo deseaba irse casa. Pero Felipe le dijo que tenía que ir, que se trataba de un secretario de Estado en funciones. Ella comprendió que el Presidente tenía razón y confirmó su puntual asistencia a las 8 de la mañana. Además de sus papás, hermanos, suegros y cuñados, la acompañaron sus hijos. Ahí sí quería que vieran y entendieran lo que hizo y por lo que trabajó su papá. Sin embargo, apenas terminó el acto, la familia partió, ese mismo día, a su natal Campeche para depositar, cobijada entre miles de paisanos, las cenizas del secretario de Gobernación en la Catedral de esa ciudad, misma en la que hace poco más de 10 años, el 20 de junio de 1998 para ser exactos, Juan Camilo y Marigely se juraron amor eterno frente al altar.