Juan Camilo Mouriño ¿Quién fue?
Juan Camilo Mouriño, secretario de gobernación, tenía 37 años, era el segundo hombre más poderoso de la escena política mexicana. Construyó una meteórica carrera en tan sólo 10 años, nació en España pero se naturalizó mexicano a los 18. Sufrió un secuestro a mediados de los noventa. Y es que Juan Camilo mantuvo un perfil sumamente bajo en los medios de comunicación mientras ocupó el cargo de jefe de la Oficina de la Presidencia de la República de diciembre de 2006 a enero de 2008. No daba entrevistas a nadie. La mayoría de las personas que iban a los lugares que él frecuentaba no reconocían su rostro. Era un personaje anónimo para casi todos. Pero en las altas esferas del poder político, económico, religioso y periodístico del país ya se comentaba sobre el hombre que le hablaba al oído al presidente Calderón. La importancia de llamarse Juan Camilo era un asunto conocido por las élites. Antes de convertirse en el huésped principal de Bucareli, Juan Camilo solía asistir, ya sea por comidas de trabajo o con amigos, a restaurantes de cocina española. Uno de sus favoritos era el Centro Castellano, del hotel Camino Real, en Polanco, donde el que fuera coordinador de campaña de Calderón se reunió el año pasado con Los Felipillos: César Nava, Germán Martínez, Ernesto Cordero y Jordi Herrera, entre otros integrantes del equipo calderonista, para disfrutar de una final de futbol, deporte que desata las pasiones del grupo también conocido como Los Muéganos, porque a todos lados van juntos. Juan Camilo también tenía fama de buen anfitrión. Con cierta frecuencia organizaba cenas en su departamento de las Lomas de Chapultepec. Para ello solía pedir con anticipación el menú de banquetes del restaurante El Lago. Desde su oficina en Los Pinos palomeaba lo que deseaba ofrecer a sus invitados y solicitaba los servicios del chef español Juan Antonio Sánchez Fernández, mejor conocido como Juancho, quien personalmente acudía al domicilio de Mouriño para preparar y supervisar los platillos de la cena. Desde agosto del año pasado comenzaron a circular rumores sobre la posible salida de Francisco Ramírez Acuña de la Secretaría de Gobernación. En el círculo cercano de Calderón ya se hablaba de Juan Camilo como posible sustituto del jaliscience, que destapó a Calderón en mayo de 2004. Fue entonces cuando su esposa Mari Gely decidió dejar su confortable vida en Campeche para mudarse a la ciudad de México. Ella llevaba alrededor de siete años de resistirse a cambiar de domicilio, pues consideraba que el Distrito Federal era demasiado peligroso para sus hijos. Mouriño vivía en la capital del país desde el 2000 porque fue elegido por la vía plurinominal diputado federal por Campeche. A mediados del año pasado los tacones comenzaron a sonar en los pisos del departamento de Juan Camilo y las risas de los niños jugando se convirtieron en un sonido constante en la casa. Mari Gely inscribió a sus hijos en colegios dirigidos por Legionarios de Cristo. Hasta hace poco, Juan Camilo se daba tiempo para dejar de vez en cuando a sus hijos en la escuela. Ella, por su parte, trataba en la medida de lo posible de evitar cualquier acercamiento con el mundo de la política, que entiende y respeta, pero en el cual no se siente cómoda. Prefería mantenerse al margen y contribuir para que en su casa reinaran los aires de familia.