Mariana Treviño y Arap Bethke son los primos más cuervos
Si ya vieron Club de Cuervos, cosa que ya hizo mucho gente, se habrán dado cuenta que lo que empezó como "La nueva serie de Luis Gerardo Méndez" se ha convertido en un, "¿Quiénes son todas estas personas que conforman el elenco y por qué no habían entrado antes a mi vida?"
Entre ellos están Mariana Treviño, que se roba cada escena en la que sale como la subestimada e iracunda Isabel Iglesias, quien ha perdido todo el control del equipo sólo por ser mujer y eso la vuelve loca, y Arap Bethke, como el primo de los Iglesias que ha ascendido prácticamente a nivel de santo gracias al programa en el que opera y regala sonrisas a niños de comunidades pobres que sufren de labio leporino.
Cité a los dos actores en el Alboa de Santa Fe para una divertida sesión de fotos, un juego de preguntas incómodas y ante todo para verlos comportarse como los "niñotes" que son fuera del set. Y no me decepcionaron. Juntos, todo el tiempo están encontrando maneras de hacerse reír. Arap le presta su playera a Mariana para que salga con ellas en las fotos (sí, esa de lunares que ven) y ella a él le enseña la coreografía de la canción Masoquista de Lorena Herrera (pero versión, Carmelita Salinas para hacerlo aún más ridículo). Ese es el tipo de dupla que son.
Me siento a platicar con ellos.
Mariana, Isabel no podría ser más distinta a ti.
Mariana: Súper. Hicimos un ejercicio con Toño de la Vega, que sale de Rafa mi esposo, y Gary nos decía, 'La estás conociendo en una fiesta, no platica con nadie, está como moco sola en una mesa, tú tienes que llegar y hacerle plática y llevártela a cenar'. No sabes a dificultad que tuvo el pobre Toño en la improvisación porque yo cerradíchima. No me hacía reír, sus comentarios o resonaban, monosilábica.
¿Cuando te llegan con este personaje pensaste, qué emoción hacer a alguien tan distinto a mí o qué difícil?
Mariana: La verdad dije qué emoción porque es un personaje muy diferente a los que había estado haciendo, que me tocaban extrovertidas, jacarandosas e Isabel es todo lo contrario, muy conservadora. Y además es un tipo de comedia distinto. La comedia la lleva Luis Gerardo y yo soy el straight man. Gary nos decía 'Él es el excéntrico, la comedia, los chistes van a recaer más en Luis Gerardo, tú eres un poco la antagonista, eres la fuerza que equilibra lo que está pasando'. Eso fue interesante. A Isabel le tuve que encontrar otro amarre.
Y JP también es medio volado y espiritualoso, siento que también es muy distinto a ti, Arap.
Arap: Hay una parte de mí que es así, pero no tanto. JP dedica su vida a ayudar, a regalar sonrisas, a curar niños en poblaciones indígenas, pero hay una parte de él a la que le gusta la atención; también lo hace para que la gente lo adule y lo ame. Cuando sale en la portada de la revista Quién, por ejemplo, también le gusta. No es el bueno, bueno.
Mariana: Siento que todos los personajes quieren esa atención. Es otra versión de lo que le pasa a Chava Iglesias que quiere estar en las portadas. En el fondo todos queremos tener un pedazo de pastel.
Ahora también son niños Netflix. ¿Cuando a ustedes les dicen que van a hacer esta serie, la primera para Latinoamérica, qué pensaron?
Mariana: Yo como no veo mucho la tele no tenía mucha noción, pero sabía lo que era House of Cards. Cuando me dicen que van a ser los mismos que los de House of Cards vi la dimensión, lo que implicaba y me emocioné mucho. Me sentí muy agradecida con Luis Gerardo y Gary, me dijeron que querían que fuera yo y los sentí muy generosos porque no los conocía mucho, fue una puesta de confianza de su parte.
Arap: Poder trabajar sin tanta censura y con más apertura de diálogos, de temas, es algo que ha caracterizado a Netflix. Que seamos esta primera serie que se hace en México va a abrir una llave para que se sigan haciendo cosas aquí. Finalmente es el futuro de la televisión. La gente ya no necesariamente ve televisión, ves cosas como House of Cards que dices, voy a ver un capítulo el sábado en la mañana o 20 el domingo todo el día.
Tú acabas de tocar un gran punto, Arap. Gracias a plataformas como Netflix existe el famoso bingo. ¿Ustedes son bingeadores de alguna serie?
Mariana: Sí. Yo llegué tarde a todo. No había visto Friends hasta hace como dos años (Ríe). Imagínate.
Arap: Ya era momento, ya están de moda otra vez.
Mariana: Yo viendo a Jennifer Aniston y pensando, 'Quiero eso, está súper moderno' (Ríe). Llegué tarde a las series, todo mundo ya había visto todas, cuando las descubrí…Friends la renté en Blockbuster, The Sopranos también, pero fue hace poquito, dos años, y sí pensé, qué padre, lo disfrutas más porque te enganchas y nunca termina. Es como cuando lees un libro y se acaba y sufres y dices, envidio a los que aún no lo leen. Cuando tienes el privilegio de decir, se acabó este capítulo, pero puedo poner otro, es como nunca terminar un libro.
Arap: O se acabó esta temporada, pero luego hay otra.
Mariana: Bueno hasta que sigan haciendo temporadas.
Arap: Yo ya no concibo cómo la gente puede esperar toda una semana hasta ver el próximo capítulo. Yo mejor me espero a que salga toda, no veo nada en Twitter, y ya después la compro, la rento, lo que sea y ahí la veo toda. Soy del domingo tres capítulos. El hecho de poder ver a tu tiempo y a tu hora las series es revolucionario.
A mí me parece que para ambos ha habido un salto con Club de Cuervos. Mariana, a ti tú following te conoce por teatro, eres Lupita de Mentiras, y Arap, tú también siempre has sido de teatro, de telenovelas, de dramas, y ahora están haciendo una serie y comedia. ¿Cómo ha sentido ustedes ese salto?
Mariana: Pues mira, afortunadamente después de ser Lupita empecé a hacer películas. Agarré una rachita que fue una buena preparación para Club de Cuervos porque entré a otro lenguaje. Le bajé 20 rayas a lo teatral y empecé a explorar otras herramientas. Es otra forma de actuar. Yo siento que eso me ayudó y para cuando vino Club de Cuervos fue más fácil entrarle al tono de tele y no fue un salto tan radical. No hubiera podido pasar del teatro musical a entrar a esta cuestión de locaciones reales, personajes on real time, la cámara captándote todo, pero también aguantar tres años en Mentiras te hace un callo de guerrera. Eso sirvió en la serie porque filmamos en friega por tres meses. Me ayudó.
Arap: Para mí fue como entrar al mundo que siempre soñé. El cine es mi gran pasión, el lenguaje de cómo se cuenta esta historia es muy parecido a cine. Siento que sí es un cambio muy grande. En las novelas es un ritmo acelerado, todo es el vapor, nada viene con preparación y esto se disfruta mucho más. Te dan los guiones un mes antes y puedes ir preparando y sabes qué va a pasar al día siguiente. Te involucras más en la historia y es más allegado a mi gusto como consumidor. Para mí fue irme a dar un apapacho. Llegaba a trabajar con una sonrisa y me iba a mi casa con una sonrisa.
Mariana: Aparte había mucho humor en el set. Ya para las cuatro de la mañana agarras un tercer aire…
Arap: Donde todo es risible.
Mariana: ¡Te ríes de todo! Y Gary es muy chistoso. Tiene mucho sentido del humor y constante.
Arap: Es ingenioso.
Mariana: Tiene una mirada muy crítica y cínica entonces todo el tiempo está haciendo chistes. Y es relajado.
Arap: Yo pocas veces había visto a un director que se riera tanto después de la toma. Decían '¡Corte!' y Gary se botaba de la risa. Ahí es cuando dices, por lo menos el director se está riendo y nosotros nos estamos riendo, entonces vamos por buen camino.
Mariana: Y no se estresaba para nada.
Luis Gerardo sufrió de ciertas transformaciones físicas para este personaje. Su pelo, su cuerpo, cositas, ¿ustedes también pasaron por una transformación para los suyos?
Mariana: Yo, justo antes de empezar la serie, fue afortunado porque hice una serie de detox, que no acabé, obvio, porque estaba perrísima, pero estaba bien flaca.
Arap: (Ríe) Seguro te duró una hora.
Mariana: Fue de varios días y en los ensayos todo mundo tomando café y yo no podía tomar lácteos, nada, yo estaba en la dieta, pero sirvió porque en la serie salgo súper flaca y medio huesuda y creo que le vino bien a mi personaje porque se ve muy neurótica. La neurosis te chupa. También el pelo, me pusieron el pelo negrito y me hicieron un corte…
Arap: ¿Como el de Jennifer Aniston en Friends?
Mariana: ¡Como el de Jennifer Aniston en Friends! (Ríen) Sooo modern. No, pero sí le atinaron al peinado porque la que me lo cortó me dijo, 'Te voy a hacer el que me piden mis clientes, que son fresas, pero señoras, y no pueden tener algo salvaje'. Le atinó. Recto, conservador y le dio el toque a Isabel. Quedó muy bien. Eso sí, me vi en la premiere y que miedo que estoy sin maquillaje en toda la serie, pero ni modo, esa es la apuesta.
Arap: Yo, cuando estuvimos buscando al personaje, sí pensamos mucho en hacerle una apología a Indiana Jones. Lo cual a mí me parece fantástico porque soy muy fan. De chiquito yo quería ser explorador. Tengo sombrero, me falta el látigo básicamente.
Mariana: Pero tenías la hierba que masticabas.
Arap: Tenía la hierbita, el sombrero, la barba, fue muy padre. Yo me siento muy cómodo así, en botas y pantalones cargo. Y después también pensé, mi sobrina, la hija de mi hermana, tiene como ocho años y hace pulseritas de goma. Dije, 'JP es el típico que se pone la pulserita de goma que le regaló un chavito de la sierre y ése es su amuleto'. Y metí eso. Cuando vean la serie espero que se vea la pulserita que hizo mi sobrina, va a estar feliz.