¿Quién tuvo la mejor boda Kardashian: Kris Humphries o Kanye West?
A Kim Kardashian le gusta el verano, en agosto 2011 caminó hacia el altar de la mano del basketballista Kris Humphries y ahora a finales de mayo ha repetido la hazaña con el rapero Kanye West. A ambas ceremonias se les ha llamado "una boda de fantasía", pero si somos honestos, en el mundo Kardashian no hay empates y sólo una puede ser llamada la boda de la década. Nosotros hicimos un comparativo entre ambas ceremonias para decidir cuál de los dos novios le dio a Kim su momento más cuento de hadas.
EL VESTIDO
Para su enlace con Kris, Kim eligió a la diseñadora a la que se le ha señalado por llevar consigo la maldición del divorcio (y cierto fue). Nos referimos por supuesto a Vera Wang. El vestido aludía a la fatasía. Era poofy de la falda, con mucho escote y un apretado corset, todo muy "princesa Disney".
Kanye la vio llegar al altar vestida en Givenchy. Mucho más recatada, Kim cambió el escote por un cuello redondo, y continuó su apuesta por la elegancia con mangas largas y una falda de encaje. El vestido era romántico sin ser vomitibamente cursi. Y en él Kim se veía con clase.
Ganador: Kanye West. El vestido es para la novia, no para el hombre que le quiere ver el escote.
EL DETALLE IMPOSIBLE DE OLVIDAR
Dado que la familia de Kris Humphries era muy religiosa la pareja mandó adornar el altar con una enorme cruz incrustada de pies a cabeza (¿las cruces tienen cabeza?) con cristales Swarovski. Kim y Kris llevaron el bling bling a otro nivel, tomando en cuenta que la novia también estaba usando una tiara de brillantes.
Kanye optó por lo natural y en lugar del brillo eligió la suavidad. La pareja recitó sus votos matrimoniales frente a una enorme pared completamente tapizada por rosas blancas. Como en su boda anterior, Kim fue acompañada por su padrastro, Bruce Jenner.
Ganador: Kanye West. Mucho más romántico el toque de las rosas que lo exagerado del diamante.
LOS INVITADOS
Muchas celebridades acompañaron a Kris y a Kanye en su día. Entre ellas se encontraban Eva Longoria, Mario Lopez, Ryan Seacrest, Julianne Hough, Demi Lovato, Lindsay Lohan, y por supuesto Brittny Gastineau. Hollywood se hizo presente.
Kanye West esperaba que Jay Z y Beyonce pudieran acompañarlo en este día tan especial, pero en su lugar asistieron personajes como La La Anthony, John Legend, Serena Williams, Jaden Smith, y por supuesto Brittny Gastineau. Un poco blah para nuestro gusto.
Ganador: Kris Humphries. Las estrellas de Hollywood engalanan cualquier tipo de fiesta.
EL PRIMER BAILE
Kris Humphries y Kim Kardashian, quienes en su momento se veían muy enamorados, se dedicaron "Angels" de Robin Thicke como primer baile en la pista. La canción incluye la frase "Cada noche le agradezco al universo por haberte conocido". Nos morimos de ternura.
El primer baile entre Kanye West y Kim tuvo una pequeña crisis de identidad. Los medios lo han reportado como una mezcla entre "At Last" de Etta James, "These arms of mine" de Otis Redding, "Tenderness", también de Otis Redding y un poco de rap por parte del novio.
Ganador: Kris Humphries. No hay nada como tener UNA canción de boda.
EL PASTEL
El pastel de Kris y Kim fue llamado una obra de arte. Creado por Hansen Cakes en Los Ángeles, el postre celebratorio de seis pisos fue todo creado en blanco y negro (para permanecer en temática con el resto de la boda) y tuvo un costo aproximado de 20 mil dólares.
El encargado de hacer el pastel de Kim y Kanye fue Galeto. El enorme pastel tuvo siete pisos de alto y fue espolvoreado con hojuelas de oro (también en acorde con la temática de la boda que incluyó otros muchos detalles incrustados en oro). Su costo aproximado fue de 50 mil euros.
Ganador: Kris Humphries. Un pastel no necesita tener oro entre sus ingredientes NUNCA.
¿Y el ganador de la mejor boda? Se lo tenemos que dar a Kris Humphries. Sí, tal vez la de Kanye West pudo haber sido más espectacular, pero también fue la más vulgarmente opulenta. Cuando llega el momento de elegir cuál de las dos ceremonias nos hace sentir más "cuento de hadas" la verdad es que el dicho tiene toda la razón: less...is more.