La historia de amor de Kim Kardashian y Kanye West
Los declaro marido y mujer... Estas son las palabras que Kim Kardashian y Kanye West escucharán en su gran boda de este sábado, pero antes del esperado día, hacemos un recuento de la particular historia de amor de esta pareja.
Antes de enamorarse, la historia de Kim y Kanye inició como una buena amistad. La socialité frecuentaba el mismo círculo social que el cantante, por lo que fue inevitable que se encontraran en varias ocasiones en diversos after parties en Los Angeles, donde Kanye y las hermanas Kardashian tuvieron una relación cordial que llegó a los medios en 2007.
En agosto de 2011, Kim Kardashian contrajo matrimonio con Kris Humphries, una de las bodas más mediáticas del espectáculo considerando que absolutamente todo lo ocurrido en la ceremonia fue transmitido por televisión como parte de su reality show Keeping up with the Kardashians. Sin embargo, la noticia de que la pareja se iba a divorciar luego de 72 días de matrimonio sorprendió a todos.
Por lo anterior, a principios de 2012 cuando los rumores del amor entre Kim y Kanye comenzaron a circular, la pareja intentó por todos los medios mantener su noviazgo en privado. En marzo de ese año, Kim viajó hasta París para ver el debut de West en las pasarelas europeas. Como un gesto de agradecimiento, el rapero le obsequió a su ahora prometida unos zapatos de su colección para Guiseppe Zanotti que tienen un valor de seis mil dólares.
Otra de las citas de la pareja que confirmaría que eran más que amigos, incluyó una salida al cine para ver "The Hunger Games" en Nueva York y, para entonces, el noviazgo era más que obvio aunque se había reportado que Kim quería "llevar las cosas con calma".
Para agosto de 2012, las cosas ya eran muy distintas. Kim seguía su proceso de divorcio de Kris Humphries y la relación con el rapero iba viento en popa, "Kanye es el mejor amigo de Kim. No hay secretos entre ellos y ella sabe que puede confiar en él", expresó una fuente en ese entonces e incluso ella había expresado su deseo de casarse con Kanye y ser madre, sin imaginarse lo que pasaría en los próximos meses.
En diciembre de 2012, la pareja sorprendió al mundo para confirmar que Kim estaba embarazada. "Detengan la música y hagan ruido para la mamá de mi bebé", fue el mensaje que Kanye publicó en su cuenta de twitter cuando llevaban casi ocho meses de noviazgo. El clan Kardashian reaccionó favorablemente al anuncio de un próximo integrante en la familia.
La cigüeña sorprendió a la socialité la mañana del 15 de junio, pues le trajo a su pequeña North con cinco semanas de adelanto, pero en perfecto estado de salud. Una amiga de Kim contó como el orgulloso padre fue parte de la llegada al mundo de su hija: "Kanye estuvo allí [en el hospital] sin abandonar la habitación. Es un encanto. Está totalmente enamorado del bebé".
El gran estadio AT&T Park de San Francisco fue el escenario perfecto para que Kanye West le pidiera matrimonio a la mujer de su vida en el día de su cumpleaños, en octubre del año pasado. Según relató E! News, ante las miradas de los familiares y amigos más cercanos a la pareja, Kanye pidió la mano de la popular socialité a su madre, Kris Jenner y, una vez obtenido el permiso, se arrodilló ante la de mamá de su hija y le pidió que llegara al altar de su mano con un anillo de 15 kilates diseñado por el joyero de las celebridades Lorraine Schwartz. En la pantalla del estadio aparecía la leyenda "Por favor, cásate conmigo".
Lo siguiente eran los preparativos para la gran boda, la cual se ha rodeado de especulaciones, sobretodo en el lugar donde se llevará a cabo el enlace. De lo que no había duda es que el amor que se profesaban Kim y Kanye había superado todos los pronósticos y las notas amarillistas de algunas publicaciones que aseguraban su relación no duraría.
Este sábado 24 de mayo es el gran día en que Kim de 33 años se convertirá en la señora de West, de 36. El enlace de ensueño se llevaría a cabo en Florencia, Italia. El motivo de la elección tiene que ver porque allí fue concebida su hija North. La Fortaleza del Belvedere, una emblemática construcción del siglo XVI, es el lugar que se señala como el elegido para la segunda boda de Kim, pero seguramente la más entrañable e importante de su vida.