Kate Middleton y sus múltiples embarazos inventados

Los dedos no son suficientes cuando tratamos de enumerar las ocasiones que se ha rumorado un embrazado de Kate Middleton, incluso ni siquiera había llegado al altar cuando ya sonaban especulaciones al respecto.

Kate y Guillermo ya han roto una tradición de 200 años de la realeza de Reino Unido al no embarazarse en los primeros nueve meses posteriores a su boda. Lo que ha traído consigo un sin fin de especulaciones: más de 10 embarazos, un problema de infertilidad en Kate, posibles adopciones en mente, etc.

Aunque ha sido bastante la presión social que ha recibido esta moderna pareja real, ellos se han tomado las cosas con calma.

Este lunes surgió otro rumor, sin embargo, éste podría tener un poco más de credibilidad, pues viene de boca de una de las amigas íntimas de la duquesa.

Según informa la publicación australiana "New Idea", Jessica Hay, antigua amiga del colegio de Kate, confirmó que la pareja tiene "una noticia maravillosa que dar y el mes que viene es la fecha límite para que revele que está embarazada (...) Están planeando hacer un hermoso y feliz anuncio en diciembre".

Jessica, a quien en varias ocasiones las fuentes reales le han quitado credibilidad, detalló que la pareja había planeado con bastante antelación la llegada de su primer bebé: "Lo han discutido interminablemente y no quieren ser padres mayores".

Tal es la expectativa mundial que trae consigo la llegada de este primer bebé, que cualquier leve indicio ha sido tomado como "prueba" de la próxima venida de la cigüeña. Aquí el recuento de los rumores más sonados e infundados.

Pocas semanas antes de la tan esperada boda, una revista inglesa aseguró que Kate llegaba al altar embarazada e incluso dio detalles de la situación, aseguró que se trataba de una niña a quien llamarían Diana, sin embargo las especulaciones quedaron refutadas cuando Kate apareció luciendo un vestido de Alexander McQueen que dejaba en claro que no había embarazo alguno.

A pocos días del enlace se dijo que la pareja ya estaba "escribiendo a la cigüeña" y poco después que la duquesa había perdido al bebé.

Otras fuentes aseguraron que Kate era estéril consecuencia de un accidente que había tenido en la adolescencia.

En noviembre de 2011, lo rumores tomaron fuerza cuando la duquesa se negó, en un acto público, a comer maní, epues se dice que durante la gestación aconsejan a las mujeres no comerlo porque podría provocar una alergia en el bebé.

Otro de los hechos sin fundamentos que han llevado a pensar en un embarazo, tuvo lugar en junio cuando se vio a Kate tocarse el vientre y cubrirse con una cartera, situación que activo nuevamente las alarmas.

Por si fuera poco en septiembre pasado otro acto "absurdo" inició la especulación: La princesa rechazó una copa de vino durante la recepción oficial que presidian en el Palacio Presidencial de Singapur. Middleton brindó con una copa de agua ante cientos de camarógrafos que no dejaron ir el hecho y el rumor corrió como pólvora por todo el mundo.

Pero eso no es todo, ese mismo mes, la revista "Star" trucó una fotografía y en su portada lanzó una imagen de Kate con un vientre visiblemente abultado, sin embargo, no faltaron los medios que compararon el retoque con la foto original. Esa no fue la única ocasión que la revista "confirma" el embarazo, al menos lo ha hecho en dos ocasiones más, en una de ellas publicó que Kate había quedado embarazada días después de la clausura de los Juegos Olímpicos que se celebraron en la ciudad de Londres.

Ante esto la popular presentadora Katie Couric aseveró: La Duquesa de Cambridge está demasiado delgada como para esperar un bebé, y sigue utilizando tacones de vértigo en sus actos públicos (...) Aunque creo que debería comer más, porque está demasiado delgada".

En julio otro hecho irrelevante llevó a los más imaginativos a suponer que el primogénito venía en camino: se dijo que Kate había cambiado su guardarropa y ahora utilizaba prendas "más" holgadas entre las que se podía distinguir una pancita "como de tres meses de embarazo".

Estos son sólo algunas de las ocasiones que ese ha dicho que los príncipes esperan la llegada del próximo heredero de la corona inglesa. Esta vez parece existir mayor credibilidad. De ser así, no quedaría más que alegrarlos por la buena nueva.