Los detalles del embarazo de Inés Gómez Mont

El pasado miércoles Inés Gómez Mont se convirtió en madre de tres varones. Su felicidad la ha compartido a través de Twitter. Sin embargo, en diciembre pasado la guapa conductora abrió su corazón a la revista Quién y nos contó bastantes detalles de esta nueva experiencia en su vida.

Mamá al cubo

A sus 28 años nunca se imaginó que sería madre de cuatro, pero el destino lo quiso así y tanto ella como Javier Díaz, su marido, están listos para vivir una experiencia que pocos padres tienen la oportunidad de disfrutar.

Hasta los dos meses y medio los padres pensaban que se trataba de un embarazo de dos bebés, lo cual no era raro, ya que tanto de su lado como la de su marido había antecedentes de gemelos, pero en una nueva consulta descubrirían que no son dos sino tres.

"Y yo, estaba muy emocionada, Javier muy asustado, decía que no podían ser tres, pero si, efectivamente eran tres. Obviamente salimos espantadísimos, del susto no nos hablamos en el coche, estábamos en shock, nos preguntábamos ¿ahora qué vamos a hacer? Ya en la noche platicamos y dijimos, si Dios nos lo mandó es por algo, él aprieta pero no ahorca, nos va a ir muy bien".

Miedo a la noche

En los primeros seis meses, Inés tuvo siete amenazas de aborto y desde el segundo mes debió estar en cama por mucho tiempo, pero a lo que más temor le tenía era a lo noche, ya que era en ese momento cuando venían los sangrados fuertes.

"En la parte emocional no la pasé nada bien, me daba miedo ir al baño, levantarme de la cama, me daba miedo cuando llegaba la noche, porque era a esa hora cuando tenía las amenazas. Tuve siete, era traumante ir al baño y no saber lo que ibas a ver y como son tres es mucho más impresionante, te sientes como si te estuvieras desangrando. Son sentimientos muy difíciles de sobrellevar".

De ruda a cursi

De carácter fuerte. Inés aseguró que antes de ser mamá no salían lágrimas de sus ojos ni aunque la patearan, pero ahora es una mujer más sensible, los hijos la han hecho así y lo agradece al por mayor.

"Ser mamá te cambia la vida completamente, vas de ser una persona independiente para luego vivir en pareja más tarde depender de un pequeño ser para todo, pero es algo irrepetible e incomparable, no hay nada igual al cariño que uno puede tener por un hijo"..

Una opción más

Cuatro se dicen mucho, pero Gómez Mont asegura que todavía existe la idea de tener uno más, ya que le encantaría que Inés, su primogénita, tuviera una hermanita.

"Creo que con tanto niño me voy a hacer experta en la maternidad. Pero no cierro la fábrica eh -risas- Me quedo con ganas de una niña sobre todo porque Inés se merece una hermana, yo tengo a Ana, quien es mi confidente, creo que por Inés igual y me aviento por la quinta", finaliza.