El Príncipe Harry: fiesta, alcohol y mujeres
Henry Charles Albert David Windsor nació el 15 de septiembre de 1984 en Londres Inglaterra. Tercero en la línea de sucesión, después del Príncipe Carlos y el Príncipe William, a la Corona Británica, su vida siempre ha estado rodeada de escándalos.
Cuando tenía tan solo 11 años, su madre, la fallecida Princesa Diana, lo sometió a una prueba genética para comprobar que era hijo del Príncipe Carlos y no del oficial del Ejército James Hewitt, con quien sostuvo una relación amorosa.
Posiblemente este sea el primer escándalo, aunque involuntario, del miembro de la Familia Real inglesa más polémico y controversial. Hasta la fecha, es uno de los integrantes de la realeza que más portadas acapara a nivel mundial por sus cuestionadas actitudes. Aquí unos ejemplos...
Golpe a paparazzi
El príncipe Harry gusta de la fiesta y el alcohol, binomio peligroso que ya le trajo graves consecuencias. En 2004, cuando salía en estado de ebriedad del bar Pangea en el centro de Londres, empujó a un fotógrafo a quien hirió en un labio.
Desde ese momento, la Familia Real supo que sería difícil controlar a Harry. Por todos los escándalos previos y cansado de esta situación, el Príncipe Carlos lo sometió a terapias de desintoxicación y lo adhirió a las filas del Ejército inglés, pero ni siquiera estas medidas fueron suficientes para acabar con el mal comportamiento del jóven.
El nazi
Un año después el príncipe tuvo que ofrecer disculpas por una foto publicada en el diario The Sun en la que aparece vestido con un traje de nazi y una banda en el brazo con la esvástica y el título de "Harry el Nazi". Esta imagen escandalizó no sólo a la realeza británica, sino a todo el pueblo de Inglaterra y a muchas personas en todo el mundo.
La crítica de los medios británicos fue tan dura que la Reina Isabel II obligó a su nieto a ofrecer una disculpa pública. Sin embargo, tras este regaño Harry no redujo el monto de sus escándalos. Para él la fiesta continuó.
Esa manita...
Uno de los escándalos más sonados fue la publicación de la foto titulada "El pecho de la discordia", la cual captó el instante en el que el inquieto y borracho Harry tocó con su "manita" el pecho de una chica que no era su novia en ese momento: Chelsey Davy.
Nuevamente los paparazzi se dieron vuelo y la imagen se publicó en las portadas de los tabloides más importantes del mundo, reforzando así la ya dañada reputación del príncipe. Ante esto, los medios no dudaron en catalogarlo como un "parrandero excesivo", lo cual a él no le afectó.
En 2007 circularon fotos y videos de Harry en Namibia, África, donde junto con veinte amigos se divierten aspirando vodka en actitudes comprometedoras, documentos que hicieron las delicias de las pláticas palaciegas y causaron tremendo disgusto a la Familia Real. Pese a todo, cabe señalar que tras cinco años de servicio en el Ejército, el príncipe ascendió al grado de Capitán.
De parranda en Croacia
Luego de varios meses de entrenamiento militar para pilotar helicópteros, el príncipe inglés aprovechó las vacaciones de verano pasadas para dar rienda suelta a sus instintos. En compañía de un grupo de amigos, realizó un viaje a la isla Hvar, en Croacia, para ser parte de una fiesta en la que no faltaron las mujeres y el alcohol. Harry aprovechó la velada para bailar y charlar con varias chicas dentro de una piscina.
La buena imagen que había intentado llevar después de la boda de su hermano, el Príncipe Guillermo, se desplomó nuevamente.
De shooping... para la fiesta
En octubre pasado, el hijo menor del Príncipe Carlos y Diana de Gales llegó a California a tomar un curso para pilotar helicópteros Apache en la base estadounidense El Centro, lugar en donde se filmó la cinta "Top Gun".
Estados Unidos no podía ser la excepción. A Harry se le vio en Walmart comprando refrescos, fruta, pizzas y cervezas como cualquier persona, pero tenía que hacer honor a su fama: su lista del súper no era para llenar el refri sino para armar una buena fiesta.
La cuenta por favor
Recién llegado a la Unión Americana, Harry hizo una reservación en el Hotel Andaz de San Diego, en el lugar lo atendió una joven llamada Jessica Donaldsonque captó la atención de Harry. Según el Daily Mail, el príncipe y la camarera no sólo compartieron una charla y un brunch en la playa sino algo más.
Ella ha negado la relación, pero en los círculos cercanos al más joven de los Windsor, ya se le llama "La Camarera Californiana del Príncipe Harry".