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¿Por qué la ex de Maciel no lo denunció antes?

Cuando la pareja y los hijos del Padre Maciel se animaron a hablar, nos preguntamos el porqué ella permitió tanto tiempo una situación de abuso.
mar 16 marzo 2010 01:00 PM
Cuando la pareja y los hijos del Padre Maciel se animaron a hablar, nos preguntamos el porqué ella permitió tanto tiempo una situación de abuso.
Marcial Maciel Cuando la pareja y los hijos del Padre Maciel se animaron a hablar, nos preguntamos el porqué ella permitió tanto tiempo una situación de abuso. (Foto: Especial)

Casi dos años después de la muerte del Padre Maciel sale a la luz la existencia una mujer, Blanca Estela, con quien tuvo dos hijos: Omar y José, quienes han señalado haber sido abusados sexualmente a edades tempranas por él, su propio padre. Cuando una persona abusa sexualmente de otra, la obliga a guardar secretos o a mantenerse bajo el radar, lo que ejerce es un tipo de violencia. Existen diferentes tipos como la física, sexual, económica, emocional, psicológica y patrimonial. Es posible que los implicados ni siquiera tengan idea que lo que están viviendo es violencia, y mucho menos que existen alternativas para salir de ésta. En este caso quizás el desconocimiento, el miedo y el que se tratara de una persona con tanto poder como el Padre Maciel le impidió hablar. ¿Sólo buscan dinero? Es una pregunta lógica cuando se piensa que podrían haber hablado mucho antes de que Maciel muriera. Por lo general quienes están en una situación de violencia tienden a guardar silencio por vergüenza y por miedo. Muchas veces tienen la ilusión de que se dará un cambio espontáneo de quien agrede, aceptan las disculpas del agresor, y se creen las reiteradas promesas que no volverá a suceder. También influye el temor al prejuicio social, las convicciones ético-religiosas, la dependencia económica, el miedo a represalias, la falta de esperanzas en la eficiencia de los trámites jurídicos, etcétera. Pero quizás el punto más álgido del razonamiento sobre el maltrato se evidencia en que sigan con una relación violenta. En este sentido entran en consideración tanto el aspecto psíquico, la baja autoestima, la educación violenta y los antecedentes familiares de cada miembro de la pareja. Es posible entonces que las personas que están viviendo violencia presenten lo que Seligman llama “Indefensión Aprendida”, que es cuando una persona percibe todo el tiempo que sus actos no dan los resultados que ella espera, por lo que empieza a sentirse impotente y que no es capaz de controlar la situación. Eso le causa un sentimiento de indefensión que hace que se paralice y no haga nada. Cuando alguien se siente indefenso, se vuelve apático, pierde la capacidad de motivarse y se aleja de la sociedad. Entre otras tantas razones, la violencia vivida en esta familia, el síndrome de indefensión aprendida y el miedo a denunciar estos hechos, siendo el agresor una de las personas más importantes a nivel mundial, una vez que él muere y salen a la luz otros casos, le pudo haber dado el valor para contar su historia. Entonces la retribución económica, también se puede interpretar como una forma de resarcir el daño.

*La autora es psicoterapeuta especializada en violencia, ofrece consulta privada, dirige un refugio y centro de atención de día para mujeres en esta situación. Tel. 04455 54183322

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