Mauricio Fernández nos abre La Milarca
En un terreno de casi cuatro hectáreas en lo alto de Chipinque, la zona más cotizada de San Pedro Garza García, Nuevo León, se encuentra el lugar donde Mauricio Fernández Garza, encuentra su paz cada día. Lejos de ser una simple construcción, el político panista de 59 años lo llama “un proyecto de vida en el que se cuidó cada detalle, más que una arquitectura funcional se trata de un espacio totalmente armónico y espiritual, con sus proporciones exactas”.
La Milarca tiene nueve habitaciones, una sala de billar, dos galerías de arte, diez bodegas, una biblioteca, una estancia en la que guarda una gran colección de documentos históricos y el área de la alberca, entre otros espacios. La edificación de esta casa –de más de dos mil metros cuadrados–, llevó por lo menos siete años. En ella se siente en un ambiente acogedor, relajado y en el que se respira el aire fresco de toda la vegetación del rededor. Los encargados de su realización fueron el arquitecto Jorge Loyzaga y el restaurador Manuel Serrano. Rodeado de arte Mauricio vive en esta casa practicamente solo. Únicamente lo acompañan el personal de servicio, su mapache hembra Frida y el fiel chihuahueño Ricky, pues está separado de su esposa Norma Zambrano desde hace tres años y sus seis hijos (uno más, Martel, falleció en un accidente aéreo) están casados o viven fuera del país por seguridad, al igual que sus nueve nietos.
A pesar de esto, el también empresario asegura disfrutar enormemente esta especie de soledad y vivir plenamente su amada casa en la que habita desde hace más de 25 años. Es en esta propiedad el mandatario disfruta leer sus libros sobre arte o escuchar música en todo su esplendor, pues además importantes exponentes como el arpista Nicanor Zabaleta (q.e.p.d.) o la intérprete Tania Libertad han dado conciertos en ella y le han reconocido como uno de los lugares con la mejor acústica que hayan conocido.Lo que más se destaca desde la entrada de la casa es el arte en cada espacio de la construcción. “Tiene desde un rescate de piezas espectaculares, mundiales, como los techos árabes o los arcos góticos. Es una nueva propuesta, son cuatro techos, uno del siglo XIII, uno del XIV, uno del XV y otro del XVI y los siete arcos góticos son del siglo XIII y XIV. Lo interesante es cómo hacen una amalgama de cuatro siglos de arquitectura y cómo todo se embona. La casa además tiene la peculiaridad de que no tiene ni una sola gota de pintura, todas estas paredes son maja de caballo, pajas, tierra natural…”, cuenta Mauricio orgulloso de su propiedad, que además ya ha anunciado la donará intacta como museo una vez que realice su nuevo espacio habitacional, que ya está proyectado. Cabe mencionar que cuando el arquitecto Tadao Ando, uno de los más importantes del mundo, visitó la casa de Mauricio, quedó tan gratamente impresionado que le escribió una carta diciéndole que lo que había visto, había cambiado completamente su visión de la arquitectura. De empresario a político Mauricio pertenece a una de las familias más importantes y de abolengo de Monterrey, fueron de los primeros industriales en el norte. Hijo de Alberto Fernández y Margarita Garza Sada. Además, su tío abuelo Eugenio Garza Sada fue el fundador del TEC de Monterrey y su abuelo, Roberto Garza Sada, de la UDEM.
Decidió entrar en la política pensando en poner su “granito de arena” para volver a San Pedro, el municipio más seguro del país, tal como lo fue hace 20 años cuando ya había ocupado el mismo cargo. Y tal vez eso es lo que le ha valido estar en el centro de atención de los noticieros, pues él mismo asegura no tener nada que perder ni tener ningún tipo de aspiración política más que la que está llevando a cabo por el momento. Desde pequeño se vio envuelto en la política pues nos cuenta que su abuelo fue el fundador de Acción Nacional en Nuevo León. Sin embargo, estudió Ingeniería Industrial en la Universidad de Purdue, en Indiana, Estados Unidos, donde se graduó con honores. Después hizo un posgrado en Economía en la Universidad Autónoma de Nuevo León; se graduó en Alta Administración en el IPADE y obtuvo la maestría en Administración en el TEC de Monterrey. Sin temor a la muerte A raíz de las polémicas declaraciones que Fernández Garza hizo a finales del año pasado asegurando que acabaría con el narco en San Pedro, ha tenido que ser custodiado por un muy importante equipo de seguridad.
“No tengo este grupo por deseo sino porque no me dan alternativa de tenerlo de otra forma, es muy desagradable vivir así, pero yo sabía que estas cosas implicaban algo semejante, entonces, como dicen, ‘me saqué el tigre en la rifa’ y ahora tengo que atenerme a las consecuencias. Pero no me espanta, sé que estoy en un alto nivel de riesgo pero creo que vale la pena si esto implica poder mejorar cosas por lo menos para las siguientes generaciones o por lo menos para mis hijos y nietos; y si yo puedo ayudar, de verdad que lo estoy haciendo con mucho cariño, independientemente de lo que eso implique en mi riesgo personal". Fernánde Garza asegura que a pesar de esto vive tranquilo y que tiene muy superada la muerte desde hace como 20 o 30 años: "Me acuerdo que desde muy niño le preguntaba a algunos amigos: ‘¿Si te fueras a morir dentro de seis meses, ¿qué harías?’ Y decían ‘Pues cambiaría toda mi vida’. Oye, pues cámbiala de una vez, ¿quién te garantiza que no te vas a morir mañana? Yo no cambiaría nada en mi vida, ni me arrepiento de nada, si me muero mañana, me morí, y si me dijeran que me queda una semana, o un mes, o un año, sería exactamente el mismo Mauricio”.
Más imágenes de la casa de Mauricio Fernández en el más reciente número de la revista Quién.