Publicidad
Publicidad

¿Por qué Cabañas no podría volver a jugar?

Entre las secuelas posibles están la pérdida de la memoria, la pérdida del movimiento parcial o total, entre otras cosas.
mar 26 enero 2010 05:30 PM
Entre las secuelas posibles están la pérdida de la memoria, la pérdida del movimiento parcial o total, entre otras cosas.
doctor Entre las secuelas posibles están la pérdida de la memoria, la pérdida del movimiento parcial o total, entre otras cosas. (Foto: Especial)

A pesar de que no se han reportado a detalle datos de la herida, el Dr. Jaime Diegopérez Ramírez, neurocirujano y neurocirujano pediátrico adscrito al Centro Médico Nacional Siglo XXI, considera que el pronóstico no es bueno y es altamente improbable que Salvador Cabañas pueda volver a jugar futbol.

--¿Porqué no se murió al impacto?

Publicidad

--El cerebro es un órgano maravilloso y complejo. Si hacemos una línea recta que divida nuestra cabeza en una parte superior y otra inferior, podemos ubicar al hipotálamo en la parte inferior. Cuando una bala impacta el hipotálamo, la muerte es instantánea. En la parte superior se encuentran los dos hemisferios, el derecho y el izquierdo. En estos hemisferios se aloja el control de nuestras capacidades: movernos, hablar, ver, entender el lenguaje, sentir, experimentar y controlar los impulsos, etc.

¿Cómo daña una bala al cerebro?

Es importante saber el lugar por dónde entró la bala, la trayectoria hace mucha diferencia. El cerebro es una gelatina. La velocidad del proyectil provoca una onda expansiva a su alrededor que puede ser de 10 a 40 veces más grande que el calibre de la bala. La herida tiene forma de cono, conforme va perdiendo velocidad va reduciendo su impacto. No sabemos de qué lado entró la bala o si la trayectoria fue recta u oblicua. Sin embargo, es posible en términos generales hablar de qué pasa en el cerebro de una persona que recibe un impacto de bala similar al que recibió el futbolista.

Si entra por el lado izquierdo, sobre la ceja, y su trayectoria es recta es un caso grave. 80% de las personas tienen como dominante al hemisferio izquierdo del cerebro. A la altura donde termina la ceja izquiera se localiza el área que nos permite hablar, no sólo enunciar palabras, sino codificar el significado que queremos transmitir. Si esta zona se daña, el paciente no podrá hablar. Entre la frente y la parte superior de la nuca, a la mitad de hemisferio izquierdo, se encuentra el área que controla el movimiento, tanto el grueso como el fino.

Un deportista de alto rendimiento necesita un elevado grado de destreza y control fino para realizar su deporte. En esta parte del cerebro hay fibras que unen a los dos hemisferios y permiten el movimiento de todo el cuerpo. El hemisferio derecho controla los movimientos del lado izquierdo y viceversa. Si estas fibras las corta el trayecto de

una bala, es como si se cortaran los cables que mandan la señal de movimiento a los músculos de un lado del cuerpo. Hasta que el cerebro se desinflame no será posible conocer qué grado de movilidad pudo perder. Lo que es muy poco probable es que recupere el control fino. Y definitivamente, una persona que sobrevive un impacto de bala en la frente, tiene por delante mucho años de rehabilitación. "Es peor que cortarle un brazo", afirma el especialista.

Justo detrás de la zona que controla el movimiento está la parte sensitiva del lenguaje. En esta zona radica nuestra capacidad de entender lo que otros nos dicen. Si se daña, es como si nos hablaran en un idioma completamente desconocido. 8 de cada 10 personas que tienen una lesión en el hemisferio izquierdo del cerebro se quedan sin hablar o sin entender qué les dicen; si no es que sin las dos capacidades.

Al fondo del cráneo se encuentra el área occipital, donde sabemos que está alojada la bala que recibió Cabañas. Es el área visual primaria del cerebro. Cuando está lesionada, se forma un escotoma, es decir, una mancha que obstruye el campo de visión. Dependiendo del tamaño de la lesión es el tamaño de la mancha.

Si entra por el lado derecho y sigue una trayectoria recta, daña las zonas del cerebro que están relacionadas con las emociones, así como los centros motores de hemisferio derecho, que afectan a la movilidad del lado izquierdo. Se salvarían las dos áreas relacionadas con el lenguaje. Si la trayectoria es oblicua, la región que decodifica el lenguaje se dañaría. Un paciente con esta lesión podría hablar, pero no entender lo que se le dice. Si se daña la parte frontal, se afecta la capacidad de controlar los impulsos y si se lastima la parietal, se pierde la capacidad de hacer cálculos matemáticos y la de tener conciencia de los lados del cuerpo.

El futbolista continúa debatiendose entre la vida y la muerte.
El futbolista continúa debatiendose entre la vida y la muerte.


La vida, primero

Los especialistas consultados para realizar esta nota coincidieron en afirmar que Salvador Cabañas es un hombre muy afortunado. Aunque por hoy no lo parezca. Primero que nada, se mantiene hasta este momento con vida. La vida es nuestro mayor bien y estamos seguros que como ha sido ejemplo de dedicación y entrega a su deporte, ahora lo será de supervivencia y amor por la existencia, con los retos que en adelante le esperen. Todos estamos con él.

Secuelas posibles

Epilepsia - convulsiones

Hemiplejia (completa) o hemiparecia (parcial) - pérdida de movimiento

Afasia - no poder hablar

Escotoma - déficit visual

Pérdida de memoria

*Lourdes Botello es Editora General de la revista Balance

Publicidad

Newsletter

Recibe las últimas noticias de moda, sociales, realeza, espectáculos y más.

Publicidad