Zuria decidida a triunfar

Cuando niña era la “achichincle” de su hermana mayor Marimar, mientras la dejara jugar no importaba si le tocaba la Barbie más fea. “Me acuerdo que jugábamos a Mary Poppins, obvio Marimar era ella, mi prima la niña y yo el niño”, dijo con una sonrisa. A pesar de vivir lejos de su papá, su relación siempre fue muy cercana, nunca faltó a una junta escolar o a un partido de futbol. “Es un papá que nunca nos faltó, o por lo menos a mí. Yo no tengo un recuerdo de la infancia donde mi papá falte”, comentó. Al hablar sobre su madre, su rostro cambia, expresa mucho respeto y una gran admiración. Leonora fue la encargada de criar y cuidar a los tres niños. “Mi mamá es increíble, ha sido un gran ejemplo, puedo hablar por los tres. Es una mujer con ganas de sacar adelante a sus hijos”. La madre es la encargada de dar los permisos y la que en su momento se llevaba los malos tratos: “cuando eres adolescente ya vez que dices muchas cosas y claro que me tocó decirle a mi mamá que la odiaba, ahora la pobre lo está sufriendo con mi hermano de 14”. Con el transcurso de los años, las diferencias han sido superadas y ahora Zuria considera a Leonora como una de sus mejores amigas, lo que es mejor: su confidente. Tanto ella como Marimar desde muy niñas participaban en pequeños papeles en las obras de su papá y según nos dice siempre supo que iba a ser actriz. “Yo pasaba funciones enteras de la Señora Presidenta atrás del sillón y salía al final para dar las gracias. Ahí crecí y creo que siempre supe lo que quería hacer”, afirmó. A pesar de que sus inicios fueron como extra de Gonzalo, su carrera empezó cuando el director Benjamín Cann la invitó a participar en los talleres de donde saldrían los actores para la serie Sexo y Otros Secretos, Zuria se llevó una gran sorpresa cuando se quedó. “Cuando grababa esa serie era bien complicado porque iba a la escuela al mismo tiempo, a veces mi llamado acababa a las 5 de la mañana, me bañaba y me iba a la escuela”, dijo.

Al quedar en el elenco de Alma de Hierro, la situación se tornó un poco más complicada, pues sus amigas se iban al viaje de generación y ella tenía que trabajar: “fue difícil, pero pues dejas unas cosas por otras”. CALLADITA ES MEJOR… Se describe a si misma como definida, antisocial, de pocos amigos y muy selectiva, le gusta ir al cine a ver películas para “pasar el rato”, y niega ser antrera o fiestera; es sumamente llorona, a tal grado que algunos comerciales le provocan echar algunas lágrimas. Aseguró no haber cambiado en nada desde que ingresó en el medio, pero sí ha aprendido algunas cosas como no hablar de más: “En esta carrera lo bueno es siempre saber quién eres, porque la fama, el dinero, el protagónico, todo es pasajero y yo creo que si uno tiene las prioridades claras en su vida: lo profesional, el amor, pues la libras”.